La denuncia que corría en redes sociales era así: tres jóvenes disfrazados de payasos, a bordo de un vehículo, salían a las calles de Ciudad del Este y regalaban a los niños barras de chocolate con trozos de vidrio en su interior. Posteriormente, empezaron a circular -especialmente a través del WhatsApp- fotos de niños heridos tras comer vidrio y de madres que descubrieron que había veneno en el caramelo que le fue dado a su hijo.
Ante ello, la Policía Nacional informó que el caso de los dulces envenenados o con vidrio corresponde a una broma que se hizo viral en Brasil en el año 2017 y que llegó a nuestro país hace unos días, coincidentemente con las fiestas de “Halloween”, celebradas cada 31 de octubre, y el Día de Todos los Santos, ocasión en que miles de personas van a los cementerios a visitar a sus familiares fallecidos y regalan golosinas a los niños.
“No se ha recibido ningún tipo de denuncia al respecto”, señala además el comunicado de la Policía.
Cuando el caso de las golosinas envenenadas empezó a hacerse más fuerte, se empezó a viralizar también la foto de un hombre detenido por ser supuestamente responsable del criminal acto. Sin embargo, la imagen del aprehendido en realidad corresponde a Carlos Eduardo Soares Fontes, supuesto sicario brasileño buscado por la justicia de su país por el homicidio del abogado Francisco Assis Henrique Neto Rocha (57), ocurrido en junio pasado en una gasolinera ubicada en la zona Sur de Sao Paulo.
La detención de Soares Fontes se produjo el pasado miércoles en un shopping de Ciudad del Este.
Con el comunicado, la Policía intenta tranquilizar a la ciudadanía y pide llamar a la comisaría más cercana cuando reciba denuncias de este tipo que circulan en redes sociales, en vez de seguir viralizándolas.