La magistrada Lici Sánchez investiga la presunta compra de notas en la Universidad Católica, hecho en el cual están involucradas 52 personas, entre ellas la joven Belén Whittingslow, quien a su vez denunció a Cristian Kriskovich por acoso sexual.
En ese contexto, la jueza aseguró que la causa que ella lleva estaba a punto de extinguirse sin que se pudiera fijar una sola medida judicial, debido a que la defensa de Whittingslow y otros dos procesados presentaron numerosas recusaciones para retrasar el proceso. Al respecto, Sánchez agregó que decidió declarar la orden de rebeldía teniendo en cuenta que la propia ciudadanía exige respuestas ante las chicanas procesales.
Lea más: Ministerio de la Mujer pide a la Corte un reporte de los avances en el caso María Belén Whittingslow
“No puedo permitir que una persona extinga la causa por la recusación”, añadió en contacto con ABC Cardinal. Explicó la declaración de rebeldía y que ella decidió emitirla en contra de los tres acusados que presentaron incontables chicanas.
“Lo único que debía hacer era presentarse en ventanilla (del Juzgado), ingresar a la secretaría, se le toma la audiencia, se pone a disposición de la Justicia y aplicamos medidas cautelares que establezcan que tiene la obligación de presentarse al juicio, entre otras medidas (...) la cotidianeidad”, añadió. No obstante, Whittingslow decidió huir del país y pedir refugio en Uruguay.
Sobre la denuncia del abogado de la joven, quien reclamó no tener acceso al expediente electrónico, explicó que es uno de los efectos de la declaración de rebeldía y el proceso está suspendido y, por ende, los plazos no corren. “El día en que (la joven) se ponga a disposición (de la Justicia) se le reconoce automáticamente la personería al abogado y se reactiva el expediente electrónico”, agregó.
Lea también: Joven que acusó a Kriskovich por acoso sexual fue a Uruguay para obtener refugio
La jueza reiteró en varias ocasiones que ella no lleva la causa sobre el acoso sexual y el cargo que ocupa el acusado no “tiene nada que ver” con su “determinación jurídica”. Además, aseguró que a Kriskovich solo lo vio una vez y eso ocurrió hace tres años.
Finalmente, recalcó que su orden de detención y disposición ante el Juzgado no fue influenciada por el presunto acosador. “Yo no he actuado jamás en contra de la ley, yo tengo que aplicar la ley. Mi compromiso es con la ley”, concluyó.
Nota relacionada: Amnistía pide justicia para los casos de acoso sexual