Valenzuela comparó los sucesos de la Amazonia –la deforestación y los incendios– con la situación que atraviesa el Chaco Paraguayo, afectado por la tala indiscriminada de árboles y, en las últimas semanas, por voraces incendios que consumieron más de 312.000 hectáreas comprendidas en esta zona.
Habló también de cómo la reserva subterránea de agua dulce del Acuífero Guaraní –que se extiende por debajo de la superficie de Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay– es amenazada por productos químicos y radioactivos que son utilizados en las perforaciones para explotar hidrocarburos.
”La avidez de la codicia humana de empresas nacionales y multinacionales, que benefician a unos pocos, es enorme; desgastan la tierra rica en fosfato por la extensión de la ganadería y la agricultura, sin el mínimo cuidado del suelo”, mencionó en parte de su intervención.
En ese contexto, instó a los miembros del Sínodo a establecer mecanismos para defender los recursos naturales y los derechos de quienes se ven afectados por el gran daño al ecosistema y a la rica biodiversidad que se da en la región.
Evangelizar como los jesuitas
En otro punto de su discurso ante el Sínodo, el monseñor Valenzuela habló sobre la necesidad de evangelizar respetando la cultura y creencias de las poblaciones. Mencionó las conclusiones del Equipo Nacional de Pastoral Indígena de la Conferencia Episcopal Paraguaya que resaltan que las Misiones Jesuíticas en nuestro país “han promovido comunidades humanas cristianas de desarrollo cultural y sociopolítico-económico, conociendo su tradición religiosa y sus valores o antivalores sociales”.
Señaló que la labor de los jesuitas permitió inculturar el evangelio en cercanía de las comunidades indígenas aceptando la cultura y tradiciones tupí-guaraní manteniendo la apertura a la interculturalidad, sin excluirse de los avances científicos y tecnológicos, buscando la afirmación de valores que sean continuos y propios a sus tradiciones.
Actualmente, se desarrolla en Roma el Sínodo de los Obispos para la Región Panamazónica, convocado por el papa Francisco. El objetivo principal de este encuentro es identificar nuevos caminos para la evangelización de los indígenas especialmente en la zona de la Amazonia, recientemente afectada por la deforestación y devastadores incendios.