La labor de los bomberos forestales de San Juan Nepomuceno y Caazapá resulta infructuosa a consecuencia de la condición climática adversa, especialmente por el fuerte viento norte.
Los bomberos tienen el apoyo de la Fuerzas Armadas, guardaparques y de un avión hidrante, cuyo servicio no fue suficiente para sofocar el voraz incendio que consume hectáreas de la reserva forestal desde el domingo.
Otro factor negativo es que los focos de incendios están dispersos en un área de 2.000 hectáreas en la zona de la compañía Arroyo Itá, del distrito de Abaí, además de que en las serranías hace difícil luchar contra el fuego. Enormes árboles se queman y el viento lleva las chispas varios metros para que comience otro nuevo foco.
Los bomberos forestales intentaron utilizar una carretera abierta por los depredadores como línea de defensa, para controlar el fuego, pero el resultado no fue el esperado. El avión hidrante no tuvo el efecto deseado, debido aparentemente el escaso caudal del líquido. La recarga de la aeronave se realizó en el aeródromo de la ciudad de Caazapá, donde tuvieron problema con la manguera de recarga, según datos.
El clima se presenta nublado actualmente en la zona de la reserva natural y se espera una lluvia para que el fuego sea sofocado.