Los antecedentes de publicaciones periodísticas de nuestro diario dan cuenta de que Arnaldo Jeremías Ramón Martins Recalde (39) era uno de los hombres de Jarvis Chimenes Pavão, y en dos ocasiones ya había sido detenido en medio de actividades sospechosas.
Una de estas veces se dio en el año 2012, cuando la Policía detuvo a tres sujetos provenientes del departamento de Amambay en el hotel La Misión, de la capital del país.
Los tres sujetos, entre los cuáles se encontraba Martins Recalde, fueron demorados en el estacionamiento del hotel ubicado en Villa Morra, y en su poder se hallaron numerosos cartuchos de arma de fuego. Llamativamente, tras aquella la detención, llegó a defenderlos la abogada Laura Casuso, conocida por ser defensora y administradora del narcotraficante Jarvis Chimenes Pavão, que fue asesinada justamente por sicarios.
Los otros dos detenidos que acompañaron a Martins fueron en aquella oportunidad Édgar Damián Ramírez Cantaluppi, de 23 años, y Ronald Osvaldo Caballero Cantero, de 35 años.
En ese entonces, los afectivos de Investigación de Delitos habían argumentado que detectaron una actitud sospechosa de parte de los tres hombres, motivo por el cual el subcomisario Marcelino Espinoza dio la orden de verificarlos y detenerlos.
Dentro del vehículo la policía halló entonces 15 cartuchos calibre 9 mm en un cargador de pistola, además de un cartucho para fusil M-16.
Según el reporte policial de esa oportunidad, Martins Recalde y su compañero, Caballero Cantero ya contaban con antecedentes por homicidio y asociación ilícita para delinquir.
La segunda vez que Arnaldo Jeremías Ramón Martins Recalde fue detenido data de tiempos más recientes, de enero de este año, cuando uno de los últimos administradores de Jarvis Chimenes Pavão, el encargado de coordinar los vuelos del tráfico de drogas con los pilotos, fue asesinado a tiros frente a su vivienda en Pedro Juan Caballero.
El fallecido fue identificado como Gustavo Alvarenga Cardozo (45). Llamativamente, mientras los médicos intentaban reanimar al hombre en el hospital, en la vereda de enfrente se encontraban tres pistoleros a bordo de un vehículo. Uno de ellos era Martins Recalde, quien en esa oportunidad fue detenido por la Policía.
En ese momento no se pudo precisar si los pistoleros eran compañeros de la víctima y estaban ahí para resguardarla de un nuevo ataque, o, por el contrario, si estaban esperándolo para “rematarlo”.