La paraguaya Xonorika destacó en las Hague Talks (Diálogos de La Haya) en la ciudad del mismo nombre, en los Países Bajos. La compatriota brindó un conmovedor discurso en el que describió de forma gráfica la dura realidad que deben pasar los transmasculinos, transfemeninos y trans no binarios.
Describió como se ven empujados a una vida de supervivencia en la que, en muchos casos, no pueden acceder ni al sustento más básico, pues por discriminación, les rechazan en los puestos de trabajo, aún cuando están calificados para acceder a ellos.
Xonorika habló incluso de cifras. Dijo que el 95% de las personas trans no pueden acceder a fuentes de trabajo. Confesó que en el último semestre, hubo meses en los que se vio obligada a sobrevivir con un promedio de 70 dólares (G. 428.400), cifra que no alcanza ni siquiera para lo más básico.
Discriminación y necesidad
Con un excelente y fluido inglés, relató que había aplicado a un puesto en un colegio privado de nuestro país, en el que requerían de una docente capacitada para el idioma inglés, pero la entrevistadora la rechazó diplomáticamente al verla, diciéndole que tenía otra reunión importante.
Contó como incluso el médico la llegó a discriminar cuando acudió a una consulta por una inflamación en la rodilla.
La paraguaya lamentó que las personas trans tengan que hacer “toda una labor emocional” para tan solo salir a la calle, desafío por el que no pasan otros grupos sociales.
Transitar una esperanza
Refirió que en el 2017, había representado un gran aliciente para ella conocer a un grupo de personas trans con las que luego de múltiples conversaciones, se dieron cuenta “de lo limitante y dolorosa que era la transfobia”. Así fue que decidieron encarar la discriminación que sufren como un problema colectivo.
Así fue que, inspiradas en su lucha por una sociedad con menos prejuicios, formaron Transitar, un espacio organizado “para revolucionar el odio”, expresó la compatriota.
Incluso ya han conseguido respaldo de una organización española para desarrollar su primer taller a gran escala sobre transfeminismo y autonomía corporal. Resaltó que estos espacios de intercambio “no deberían ser temporales”.
Finalizó expresando su anhelo por una sociedad en la que sus amigas, todas capacitadas con títulos universitarios, puedan ejercer sus profesiones y hacer carrera como cualquier otro ciudadano. “Quiero vernos a nosotros no solo sobreviviendo, sino prosperando”, puntualizó.
Pidió considerar el potencial de la gente trans para ingresar al ámbito laboral, pues “somos personas altamente resilientes, sabemos más que nadie cómo optimizar recursos pues hemos tenido que aprender forzadamente cómo sobrevivir”.