Los meses que faltan para que culmine el año representarían un gran alivio para los habitantes de las zonas ribereñas, que sufrieron en carne propia las consecuencias de la crecida. Además de ser expulsados de sus viviendas, padecieron también la pérdida de bienes materiales, una vez que sus casas quedaron anegadas.
La tranquilidad vendrá de la mano con una cesación en la crecida que está prevista para los próximos seis meses, según el experto en hidrología José Ávila.
Según los pronósticos que maneja el especialista, para el semestre entrante, que ya incluiría a los dos primeros meses del año 2020, no se prevé una crecida del río Paraguay. El técnico afirma que el río se encuentra actualmente con una altura de 2,74 m.
Para el especialista, que el río se encuentre estacionado en esta época del año es normal. Si bien en los últimos tres meses del año habrá lluvias, estas no serán de consideración. A partir del mes de abril del año que viene sí se producirá la subida, pero esto -según Ávila- es “una situación normal cada año”.
El hidrólogo admitió que la crecida del río fue inusual a principios de año y que sorprendió a todos. Sin embargo, no existen de momento fenómenos como La Niña o El Niño.
En mayo de este año, el río Paraguay alcanzó en Asunción los 7,60 m. El río Paraná se encuentra bajo y con alturas variantes en la zona de la hidroeléctrica Yacyretá. Según señalan los registros, en 2015 se registró una de las mayores crecidas de los últimos 10 años en Asunción, cuando el caudal llegó a 7,25 m.