“Solamente dentro del sector público, y en contra de nuestra voluntad, estamos haciendo (guardias) dentro de Copaco y dentro de IPS, porque había fracasado la licitación de IPS, hasta que ellos puedan licitar. De hecho, tampoco cubrimos el 100% de IPS; hay una parte más que le hemos pedido que liciten de forma inmediata, porque no tenemos capacidad. Dentro de este volumen de personal no tenemos capacidad para seguir cubriendo estos edificios”, expresó el ministro del Interior luego de comparecer en el Senado a las consultas en torno a seguridad de parte de los legisladores.
Villamayor indicó que el promedio de crecimiento dentro de la Policía es de solo dos mil agentes por año y que la fuerza necesita unos 60.000 para poder funcionar adecuadamente. En la actualidad, hay unos 24.000 policías.
El titular de la cartera de Interior informó que este año habrá en total 1.000 agentes más, y para el año que viene, 2.000. En ese sentido, señaló que el ministerio a su cargo pedirá en el presupuesto del año que viene US$ 200 millones más, de los cuales la mitad será para sostener a estos nuevos agentes, y la otra mitad para compra de tecnología, armas y patrulleras. Además, dijo que habrá 600 agentes del Grupo Lince y que, cuando asumió, el año pasado, solo había 140.
Sobre las consultas que hicieron los legisladores, dijo que los que hicieron pedidos reclamaron una mayor presencia de policías en sus zonas, especialmente los representantes de Amambay. “(El reclamo) es legítimo. El sistema está dividido por el volumen de habitantes; es por la proporción de habitantes”, explicó, y dijo que sin los 60.000 agentes que se requieren no podrán cumplir las exigencias de los legisladores.
Cuando habló sobre la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC), manifestó que “no está conforme” con los resultados contra los criminales en el norte del país, pero que la fuerza en sí seguirá existiendo el año que viene.
“(Los senadores) quisieron participar de una serie de datos, datos presupuestarios, datos de gestión, datos de modos de organización. Ahora queda en manos de ellos. Se comprende que porque es seguridad no todos los temas pueden hacerse públicos. Es casi nada realmente (lo que se puede explicar) en relación a qué vamos a hacer o de qué modo vamos a hacer. Hay una serie de temas que no pueden ser seguidos públicamente”, concluyó.