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Dado que los conejos son animales que se asustan en un entorno al que no están acostumbrados, con ruidos extraños o personas desconocidas, el propietario del conejo tiene que retratar al animal en un ambiente que le sea conocido y evitando el estrés, según explican los expertos.
Y sin estrés significa también que el que toma la foto del conejo no lo hace desde arriba, sino a la altura de sus ojos y para ello tiene que estar en cuclillas o en el suelo.
Además, es aconsejable que el conejo se acostumbre a la cámara unos días antes y para ello conviene, entre otros, dejar el aparato en el suelo para lo que vaya olisqueando.
Asimismo no se debería perturbar la rutina diaria del animal por la sesión fotográfica. La mejor manera de tomar fotografías del conejo al aire libre es cuando está despierto y curioseando. Recurrir a una golosina puede ayudar a que el animal pose al menos en la dirección deseada.
Es mejor que el dueño del conejo fotografíe a su animal sin flash, durante el día cuando hay suficiente luz. El flash no sólo resulta agresivo para sus ojos, sino que hace que el animal se vea poco natural.