Cualquier propietario de un gato sabe lo frustrante que puede resultar llamar a su mascota por su nombre y no recibir respuesta. Esto ha llevado a la percepción de que los gatos son animales distantes y poco interesados.
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Sin embargo, investigaciones han demostrado que los gatos pueden reconocer perfectamente sus nombres y diferenciar las voces de sus dueños de las de extraños. La ciencia confirma que lo que falta no es la capacidad, sino la motivación.
El estudio, publicado en Scientific Reports, señala que los gatos no solo reconocen sus nombres, sino que también distinguen la voz de su dueño de la de un desconocido. Este reconocimiento social es comparable al de otras especies domesticadas. La cuestión, entonces, es por qué los gatos parecen ignorar a sus propietarios con tanta frecuencia.
Según los investigadores, todo se reduce a la motivación. Al igual que muchos otros animales, los gatos responden mejor a recompensas. Asociar su nombre con algo positivo, como una golosina o una caricia, es más efectivo que esperar que respondan simplemente por escucharlo. Este método es similar a las técnicas de adiestramiento utilizadas con perros y puede aumentar la probabilidad de que un gato responda cuando es llamado.
Contexto y sensibilidad
La respuesta de un gato no depende únicamente de la recompensa, sino también del contexto. Los gatos son muy sensibles a su entorno y a las emociones de quienes los rodean. Si perciben que el llamado no es urgente o que no hay un incentivo claro, es menos probable que respondan.
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El estudio también propone una técnica específica de entrenamiento para aumentar la efectividad de estos métodos. En lugar de llamar repetidamente al gato por su nombre, se sugiere un enfoque gradual.
Primero, asocia el sonido del nombre del gato con una recompensa durante un tiempo. Luego, comienza a llamar al gato en momentos aleatorios del día, ofreciendo una recompensa solo ocasionalmente. Esta variabilidad refuerza el comportamiento deseado, ya que el gato no sabrá cuándo recibirá la recompensa y, por tanto, es más probable que responda cada vez que escuche su nombre.
Tono de voz y consistencia
Es esencial utilizar un tono de voz específico y consistente al llamar a tu gato. Los gatos son sensibles a las inflexiones vocales, y un tono amigable y cálido es más probable que capte su atención. Evita gritar o usar un tono autoritario, ya que podría causar que el gato asocie su nombre con experiencias negativas.
Aunque estas técnicas pueden mejorar la respuesta de un gato, es importante comprender que no cambiarán completamente su naturaleza independiente. Los gatos han evolucionado como cazadores solitarios, a diferencia de los perros que tienen una naturaleza más cooperativa debido a su historia como animales de manada. Aunque un gato puede responder a su nombre, es poco probable que lo haga con la misma consistencia que un perro.
Esta independencia no debe interpretarse como una falta de afecto o conexión. Los gatos forman vínculos profundos con sus dueños, aunque a menudo expresan su afecto de manera diferente. Comprender y respetar esta diferencia es esencial para mantener una relación armoniosa.
El estudio también destaca cómo la presencia de los gatos en los hogares tiene efectos positivos en la salud mental y emocional de las personas. Aunque menos expresivos que los perros, su compañía puede reducir el estrés y la ansiedad. Más aún, el comportamiento independiente de los gatos puede enseñar a los dueños la importancia del respeto mutuo en cualquier relación.