La psicóloga Alejandra Fernández afirma que las mascotas nos ayudan a sentirnos menos solos porque forma parte de nuestra conexión de apoyo.
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“Es más a veces la única validación de apoyo incondicional en situaciones críticas proviene de una mascota y no así de familiares o amigos. Ese amor incondicional hace bien al cerebro liberando dopamina” aseguró.
Las mascotas también ayudan a mejorar nuestras habilidades de relacionamiento, reforzando las conexiones sociales en niños, adolescentes, adultos, y si tomamos en cuenta por ejemplo que los perros se muestran sensibles al estado de ánimo y emociones de sus dueños.
Es oportuno recordar la importancia de cuidar a otras especies que nos ayudan otorgándonos beneficios a nuestra salud mental y física con tanto cariño.
Estas son algunas conclusiones de estudios llevados a cabo en la Universidad de Pensilvania, en el Centro de Investigaciones de Accidentes Cerebrovasculares, el Journal of Reseach in Personality y algunas carreras de algunas universidades prestigiosas como Harvard, Brooklyn y Yale:
- Interactuar con animales resulta beneficioso para la salud de las personas con enfermedades cardíacas además de que su compañía aumenta la tasa de vida, el solo hecho de mirarlos y acariciarlos lograba la disminución de la presión arterial y ritmo cardiaco.
- Cuidar de un gato podría reducir en un 30% la mortandad por enfermedades del corazón y accidentes cerebrovasculares.
- El hecho de pensar en nuestras mascotas hace que nos sintamos más seguros, con ganas de plantearnos objetivos y afrontar de mejor manera el estrés.
- En momentos de exámenes en determinadas universidades se permite la presencia de mascotas a modo de contrarrestar el estrés generado.
Acompañantes terapéuticos
La certificación que solicitan las líneas aéreas para el traslado de mascotas a otro país son realizadas por psicólogos. Estas mascotas reciben el nombre de acompañantes terapéuticos para personas que por ejemplo van a instalarse a otros países, teniendo en cuenta el efecto de bienestar y el vínculo desarrollado entre dueño y mascota.