Los signos de un golpe de calor en mascotas pueden ser variados y preocupantes.
Entre ellos se encuentran:
- jadeo excesivo,
- un evidente letargo,
- salivación más abundante de lo normal,
- enrojecimiento de las encías,
- dificultad para respirar,
- síntomas gastrointestinales como vómitos y diarrea,
- hasta llegar a episodios de colapso y convulsiones.
Identificar estos síntomas a tiempo puede ser crucial para la salud de nuestros animales.
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Para evitar situaciones de riesgo, existen diversas acciones que los propietarios pueden llevar a cabo:
- Optimizar los Horarios de Paseo: Se recomienda pasear a las mascotas temprano por la mañana o durante las últimas horas de la tarde, evitando las horas de mayor incidencia solar al mediodía.
- Evitar Espacios Cerrados: Nunca se debe dejar a los animales en el interior de vehículos estacionados o en espacios cerrados sin ventilación adecuada, ni siquiera por periodos cortos.
- Garantizar Acceso a la Sombra: Si los animales pasan tiempo en balcones, terrazas, patios o jardines, es imperativo asegurarse de que cuenten con áreas sombreadas donde puedan resguardarse del sol.
- Mantener Hidratación Constante: Es vital ofrecer acceso continuo a agua fresca, renovándola con frecuencia para asegurar su frescura. Días particularmente calurosos pueden requerir refrescar a la mascota mojando su cuerpo, especialmente la cabeza, con agua.
- Ajustar los Horarios de Alimentación: Alimentar a las mascotas durante las horas más frescas del día, ya sea temprano en la mañana o en la noche, puede favorecer una digestión óptima y confortable.
La adopción de estas medidas puede significar una gran diferencia en la calidad de vida y seguridad de perros y gatos durante los periodos de altas temperaturas. La prevención es clave para evitar situaciones de riesgo que puedan comprometer su salud.