“Se suele decir que es la orina del sapo la que causa la intoxicación por toxina de sapo o bufotoxina pero en realidad es una toxina que está presente en algunas especies de sapo, la cual es liberada a través de unas glándulas como forma de defensa” refiere la veterinaria Rebecca Moreno.
“Los sapos segregan una sustancia a través de la piel, y esta, al contacto con la mucosa de los animales producen una serie de signos y síntomas que si no son tratados a tiempo pueden comprometer la vida del animal. Si se actúa a tiempo el pronóstico es favorable”, afirma la médica veterinaria Rebecca Moreno.
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Signos clínicos
La profesional dice que depende del grado de intoxicación, es decir, de la cantidad de toxina a la que el perro estuvo expuesto. Este puede ser grave, moderado o severo. Algunos signos y síntomas pueden ser: salivación, agitación, prurito, incoordinación, dificultad respiratoria, irritación de las mucosas, vómitos, diarrea en casos mas graves, convulsión y muerte.
¿Qué podemos hacer antes de llevarlo a la veterinaria?
Dice Rebecca, lo que podemos hacer desde la casa es, lavarle la boca y las patas con abundante agua (solo si está consciente), si está inconsciente se puede retirar el exceso de saliva con una toalla húmeda, evitar administrarle medicamentos ya que estos podrían empeorar la situación. También evitar darle leche porque no neutraliza el veneno y podría ser contraproducente no provocar el vómito. Trasladarlo inmediatamente a un centro veterinario.
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¿Cómo podemos evitar que esto pase?
Asegurarnos de que no haya lugares en los cuales los sapos puedan resguardarse en la casa, como charcos, pozos, recipientes con agua, etc. Tener el pasto corto, evitar que haya tuberías o espacios abiertos por donde los sapos puedan ingresar a nuestra casa, tener el patio con buena iluminación, recalca la veterinaria Rebecca Moreno.