Para combatir esta tendencia de tu mascota, es fundamental proporcionarles suficientes areneros distribuidos en la casa, reduciendo así su necesidad de marcar otros rincones. Igualmente, el uso de soluciones caseras puede resultar muy útil. Una de las más efectivas es la aplicación de una mezcla de agua y jugo de limón en las zonas donde el gato tiende a orinar.
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La intensidad del aroma del limón es desagradable para los felinos, lo que los disuade de acercarse a esas áreas. Para preparar esta solución, simplemente se debe mezclar agua con el jugo de tres limones en un recipiente con atomizador, agitándolo bien para combinar los ingredientes.
Es importante complementar esta práctica con la adecuación de más espacios en el hogar destinados a areneros, facilitando así una opción más atractiva para el gato al momento de hacer sus necesidades. Hay que tener cuidado con algunos consejos que pueden resultar contraproducentes, como el uso de pimienta en grano o pimentón, ya que estos pueden ser perjudiciales si el gato los inhala.
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La presencia de orina de gato en el hogar generalmente refleja un intento por marcar territorio o puede ser un signo de estrés. Por ello, se sugiere usar únicamente soluciones basadas en limón o mezclar agua con otras esencias cítricas para repeler a los gatos de maneras seguras. Otra opción recomendable es el uso de vinagre de alcohol, el cual, aunque efectivo, no deja un aroma tan agradable como el limón.
Estos métodos no solo buscan mejorar la convivencia dentro del hogar, al promover comportamientos adecuados en los gatos, sino también asegurar un entorno más armónico y libre de olores indeseados.