El can quiere cazar a la avispa que ha llegado a su plato de comidas, y si se siente amanazada picará con su aguijón en las patas, en el cuello y hasta la lengua. Si las picaduras son de varias avispas mucho peor.
El perro se mostrará intranquilo y puede que se rasque y sienta dolor en el sitio de la picadura. La más clara evidencia es la hinchazón en la parte de la cara y cuello. Pero también es posible que le haya picado en la lengua o la garganta cuando la haya cazado.
Estas picaduras son frecuentes durante el verano cuando las avispas y abejas abundan, ellas se sienten atraídas por la comida, por eso hay que estar siempre atentos y ayudar a evitar que nuestro perro juegue con ellas.
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Si vió donde le picó la avispa retire el aguijón con una pinza de ceja, coloque compresas frías en la zona y controle al perro. Una visita al veterinario se impone si el animal se siente agitado, ya que si es alérgico puede costarle la vida.