Instalar una compuerta para que perros y gatos entren y salgan libremente de casa también deja el hogar abierto a la fauna.
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Para Martin Diamond, residente en el desértico estado estadounidense de Arizona, los visitantes indeseados pueden ser alacranes, coyotes, serpientes venenosas o mapaches.
Poco dispuesto a encontrarse con uno de ellos en su sala de estar, Diamond inventó Pawport, una puerta herméticamente cerrada que se abre con una placa que lleva la mascota.
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Pawport puede instalarse en una escotilla ya existente, está disponible en varios tamaños y acabados, y puede alimentarse con una batería recargable, un panel solar o conectarse a la red eléctrica. Disponible a partir de mayo, costará un mínimo de 459 dólares.
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Mascotas vigiladas
Los gemelos suizos Oliver y Denis Widler se centraron en otras sorpresas desagradables: los “regalos” -pájaros y roedores en general- que algunos gatos llevan con orgullo a sus dueños.
Con su puerta de acceso Flappie, que costrará unos 350 dólares, cámaras con IA vigilan y bloquean el acceso si la boca del felino no está vacía.
La inteligencia artificial también detecta serpientes y peces, según la empresa, con una eficacia superior al 90%.
La compuerta solo se abre, además, a los que tienen un microchip. El dispositivo puede conectarse a una aplicación para que los amos puedan seguir las idas y venidas de sus mascotas en imágenes.
Estas novedades fueron presentadas en la feria tecnológica CES.