El virus del moquillo canino (VMC), también conocido como distemper canino, es el agente causal de una enfermedad sistémica altamente contagiosa de curso agudo que afecta principalmente a los perros, y a especies silvestres como zorros, zorrinos, lobos y hurones.
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“Existen ciertas características de la enfermedad clínica que tienden a correlacionarse con la posibilidad de desarrollar enfermedad neurológica, la hiperqueratosis del plano nasal y de las almohadillas digitales está frecuentemente asociada con el desarrollo de signos neurológicos. Las manifestaciones clínicas más comunes que éstas generan incluyen convulsiones, ataxia, hipermetría, paraparesia o tetraparesia, la presencia de mioclonías, ya sean generalizadas o focales, siendo un signo clínico fuertemente sugestivo de infección por el virus del moquillo canino”, explica el médico veterinario Jorge Duarte, especializado en neurología.
El profesional resalta que los cachorros infectados durante la gestación y los neonatos pueden desarrollar signos del síndrome de disfunción cognitiva a temprana edad y se han registrado aborto y muerte neonatal en cachorros de perras que han desarrollado la enfermedad durante el período gestacional.
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Tratamiento
Jorge Duarte, señala que el tratamiento para perros con distemper es principalmente de soporte, “es primordial la administración parenteral de fluidos, sobre todo en aquellos perros con diarrea y vómitos, ya que corren el riesgo de deshidratación, se recomienda que los animales con afección del tracto respiratorio se instalen en ambientes limpios, cálidos y donde no haya grandes variaciones de temperatura”.
“El pronóstico para perros con enfermedad neurológica es considerado de reservada a desfavorable y cuando los signos neurológicos son incompatibles con la vida, se recomienda la eutanasia”, puntualiza el médico veterinario Jorge Duarte, especializado en neurología.
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