“En algunos perros, que inician el cuadro rápidamente con una parálisis resultante de enfermedad discal toraco-lumbar de grado 4 o 5, el daño medular progresa como resultado de la hemorragia, edema y lesión isquémica de la medula, los signos clínicos que la caracterizan son hiperestesia (aumento de la sensibilidad), aumento de la temperatura corporal, pérdida de la nocicepción caudal, pérdida del tono motor, pérdida reflejos espinales de los miembros pélvicos, disminución o ausencia del tono anal”, explica el doctor Jorge Duarte, veterinario y especialista en neurología.
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Afirma Jorge Duarte que “La extensión progresiva de la mielomalacia una vez que se ha iniciado es irreparable y, para evitar el sufrimiento de estos animales se debe considerar la eutanasia humanitaria. En este contexto y valorando las complicaciones que puedan desarrollarse en cuestión de horas, es importante acudir a la consulta veterinaria para el manejo médico correspondiente lo antes posible”.
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