Olivia Cole, de 29 años, de Seattle (Washington), dice que sus perros, Grey y Scout, que son una mezcla de perro salchicha, chihuahua y maltés, empezaron a tirar del cochecito de su gato porque ella no caminaba lo suficientemente rápido.
El motivo de llevar al animal en carro es la amputación de unas de sus patas para salvarle de una masa cancerosa que, de otro modo, sería mortal: “Ahora celebramos cuatro meses de remisión clínica con más paseos por el parque”.
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Olivia asegura que “Todo es muy divertido, y cuando los perros se cansan los pongo en la segunda cesta del cochecito, ya que es de dos pisos, para que nadie se agote”.