Fisioterapeuta de animales

La fisioterapia de animales no es una profesión reconocida oficialmente en muchos países, pese a que los expertos necesitan mucha formación para realizar esta tarea.

El entrenamiento con la almohadilla de balance ayuda al fortalecimiento muscular de los pacientes de la fisioterapeuta Julia Neumann.Markus Scholz
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¿Quién deja que les hagan masajes a sus animales? Una pregunta que la alemana Julia Neumann conoce muy bien. La profesional de 33 años trabaja como fisioterapeuta de animales y sabe que su trabajo va mucho más allá de acariciar a las mascotas.

Y quien lo lleva a cabo, no solo necesita sensibilidad, sino también un conocimiento profundo y un enfoque basado en la búsqueda de soluciones.

A continuación, Neumann relata acerca de en qué consiste su profesión y por qué tratar a animales representa un reto especial.

Su camino en esta profesión lo describe así: “crecí entre animales y ya desde pequeña quería ayudar a todos los animales”.

Fisioerapeuta, un sueño desde niña

“Ya fuera un ratón herido o un pichón, me llevaba a todos a casa para alimentarlos y cuidarlos hasta que sanaran”.

“Pero, a nivel profesional, primero tomé un camino totalmente diferente. Estudié diseño de moda y trabajé como bailarina y actriz”.

“En algún momento tuve en claro que también quería hacer algo profesionalmente con los animales. Por eso me decidí a formarme como fisioterapeuta de animales. Hace un año y medio me independicé y abrí mi propio consultorio”.

“Me gusta tratar de forma integral y por eso estudié también asesoramiento nutricional para animales y micoterapia”, compartió.

Fisioterapeuta de animales, el presupuesto

“Hice mi formación en una academia privada. Hay que prever un presupuesto de entre 4.000 y 7.000 euros (entre 4.300 y 7.500 dólares) para esos estudios en Alemania”.

“Pero la fisioterapia de animales no es una profesión reconocida y protegida oficialmente, por lo cual teóricamente cualquiera puede denominarse así. Eso es un gran error”.

Hay muchos tipos de formación y muchas ovejas negras en el mercado. La formación puramente en línea, por ejemplo, no funciona porque, por supuesto, le falta el trabajo práctico.

“Mi formación duró dos años. La mayoría subestima esta carrera. Se debe estudiar la anatomía de los animales, conocer cada uno de los músculos de sus cuerpos y entender sus conexiones”.

Revisar las articulaciones

Un perro puede cojear con las patas delanteras y la causa de ello está en las patas traseras.

Pero también hay que saber tratar a sus dueños, al tiempo que hay que conocer los términos específicos para poder comunicarse con los veterinarios.

Ya sea un perro, un gato o un caballo, primero miro al animal bien de cerca y lo palpo de forma completa. “En ese proceso reviso cada una de las articulaciones. Por ello, la primera consulta para conocer la situación del animal dura una hora y media”.

“Al final llego a un resultado y puedo derivar a un especialista o desarrollar una terapia”.

Las terapias

Como en la medicina para los humanos, también existe la fisioterapia para los animales.

Esta puede incluir desde una movilización pasiva de las articulaciones hasta una terapia de entrenamiento activo, por ejemplo sobre una almohadilla de balance.

Pero también se aplican procedimientos de fisioterapia como la electroterapia, terapia con láser o termoterapia.

A diferencia del tratamiento a personas, no se puede esperar que un perro se acueste y me deje trabajar.

A menudo, los animales creen en la primera cita que están en el veterinario y se asustan, por lo que hay que adaptarse a cada animal y a cada propietario.

Los aspectos buenos y no tan buenos del trabajo

“Lo más maravilloso es cuando pacientes con pocas esperanzas se recuperan, como por ejemplo perros paralíticos que vuelven a caminar. Son momentos en los que el profesional se siente especialmente feliz y también un poco orgulloso”.

Por otro lado, por supuesto, uno tiene delante principalmente animales enfermos. Se intenta ayudar y la mayoría de las veces mejoran, pero también hay casos que son muy difíciles.

Hay muy pocos puestos disponibles como empleado. La fisioterapia de animales es una profesión en la que mayormente se trabaja de manera independiente, pero se puede tardar de dos hasta cuatro años hasta que se pueda vivir de ello, según Neumann.

Algunas personas lo practican como segunda profesión. Por este contexto, es difícil contar con cifras fiables sobre los salarios de los fisioterapeutas de animales.

Se nota que el interés por la fisioterapia animal está llegando desde la medicina humana y la demanda es cada vez mayor. Quien se lo proponga de verdad y se esfuerce puede lograr subsistir como autónomo.

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