El gato tiene hábitos comunes y siempre ha conservado sus costumbres selváticas. El mundo gatuno tiene tres territorios, en casa junto a sus dueños es un ser tranquilo si no se le dan motivos para otro comportamiento.
Lea más: ¿Qué hacer para que mi gato deje de arañar los muebles?
Se siente protegido en lugares altos, puede ser un escritorio junto a la computadora, el sofá o una muralla donde se deja ganar por el sueño.
Lea más: Mascotas: cinco pasos a seguir cuando adoptamos a un gato
Si sale de la casa en un radio de 50 a 100 metros su instinto le dice que tiene que ser desconfiado y hasta agresivo. Si está más lejos sus instintos selváticos le recuerdan su pasado cazador.
Aves y roedores pueden caer en sus garras a los que vigilará con suma astucia y sigilo. Es posible que las hembras se alejen unos 300 metros, mientras que los machos deambulan hasta un kilómetro del hogar.
Un gato en campo neutral
Los expertos refieren que en un campo neutral los gatos maúllan, se reconocen y se procrean. Esto sucede con mucha facilidad y el número de crías puede ser alto si no se toman precauciones.
El gato pelea si se siente amenazado en su territorio. Los olores fuertes como el tabaco, el amoniaco y el pescado le dan al animal una gran excitación.
Los gatos necesitan estar sanitados y contar con sus vacunas; la castración es la forma más efectiva de evitar que haya indeseables crías.
Muestrele una y otra vez hasta que aprendan donde deben hacer sus necesidades. El gato reconoce muy bien el olor de sus excrementos, por eso esta función la realiza siempre en el mismo sitio.
Un gato afectuoso
Es un animal excelente, es inteligente, buen compañero, afectuoso y limpio que creció libre, pero con el tiempo se adaptó al modo de vivir de los humanos.
Forma parte del lenguaje del gato: el maullido, el ronroneo, que proviene de las contracciones rápidas de los músculos de la laringe.
En lo relacionado al lenguaje corporal lo realiza a través de la cola, la cabeza, las orejas y los ojos.