“Salvo un par de lugares, estamos completos”, dice Jennifer Sonnendecker, del hotel para perros “Mosel Dogs” en Schweich, en el estado federado alemán de Renania-Palatinado, que cuenta con 20 a 25 plazas.
Michael Wahl, quien regentea una pensión para perros en Kleinbittersdorf, en el estado federado de Sarre, afirma asimismo que recibe cientos de llamados. Cuenta que las 22 plazas para perros están ocupadas durante las próximas semanas.
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“Tenemos tantos nuevos clientes que ya tuvimos que informar a nuestros clientes de siempre que mejor reserven rápido antes de que se queden sin lugar”, dice su nuera, Lisa Wahl.
Barbara Krauss tuvo suerte. Se siente aliviada por haber podido ubicar a sus dos bulldogs franceses con los Wahl. “Estoy contenta de haber encontrado un lugar en el que se puedan quedar durante nuestras vacaciones”, comenta.
Y aclara que, hasta ahora, sus dos perritas de ocho años los acompañaron siempre en sus vacaciones, pero que una semana en el sur de Francia es un programa demasiado caluroso para ellas.
Más perros desde la pandemia
Sonnendecker explica esta alta demanda con el hecho de que muchas personas adoptaron un perro durante la pandemia y otras incluso adquirieron un segundo.
“Hay simplemente más perros”, señala. Indica que también es posible que los dueños prefieran vacacionar sin sus perros ahora más que antes.
Andreas Lindig, de la Sociedad Protectora de Animales del estado federado de Renania del Norte-Westfalia, se muestra sorprendido: “Lo normal es llevar al perro de vacaciones. A fin de cuentas es un animal de manada, y la manada es la familia”.
Sin embargo, Lindig rechaza la opción de trasladar la mascota en un vuelo y despacharla con el equipaje hacia la bodega. “Es un estrés extremo para los animales”, dice.
Irá en auto con su mejor amigo
En su opinión, los dueños de perros deberían preguntarse cuán importantes son para ellos “como para organizar unas vacaciones cuyo destino se pueda alcanzar en auto”.
Frederick Guldner, de la asociación protectora de animales 1924 en la ciudad alemana de Saarbrücken, aconseja que quien no quiera o no pueda llevarse consigo a su perro intente dejarlo en compañía de amigos o parientes.
Si esto no es posible, recomienda dejarlo entonces en una pensión. Sin embargo, dice que los dueños tienen que ir a conocer el lugar sí o sí antes y dejar al menos una vez al animal de prueba allí para observar cómo se comporta y si se siente a gusto.
Los requisitos que debe cumplir el perro
Quien se decide por irse de vacaciones con su perro debe planificar pausas suficientes para el animal y averiguar antes de viajar qué vacunas pide el país de destino.
Si se va a viajar por Europa, se necesitará un pasaporte europeo de animal de compañía.
Las personas que tengan un perro que figura en la lista de animales potencialmente peligrosos deberían averiguar antes los requisitos legales en cada país. “Hay países que no permiten a estos animales ni siquiera en tránsito”, explica Guldner.
Con respecto a las temperaturas reinantes, acota que para algunos perros puede ser perfecto vacacionar en las playas de Holanda, pero que los países más al sur de Europa pueden también ser una buena opción, dependiendo de cuán sensible al calor sea cada animal.
Perro a gusto
De acuerdo con Andreas Lindig, la planificación de las vacaciones debería tener en cuenta siempre “que también el perro la pase bien”.
En el caso de los perros que suelen buscar los pisos de cerámica más frescos en el verano, vale la pena preguntarse si conviene llevarlos de vacaciones a lugares muy calurosos, añade.
Lindig dice que comprende a las personas que prefieren hacer vacaciones en Maldivas. “Pero en ese caso, deberían pospoponer la adquisición de un perro hasta que se adapte mejor a su filosofía de vida”, precisa.
Explica que esto no significa renunciar al contacto con los animales, ya que se puede ayudar como voluntario en los hogares para animales, que suelen estar sobrepasados de trabajo, y de esta forma salir cada tanto a pasear con alguno de esos perros.