Se nota muy fácilmente si el gato recibe los cuidados pertinentes, ya que su pelo se siente liso y con buen aspecto. La mirada también será tenida en cuenta, fíjese que sus ojos estén limpios y con las mucosas rosadas, que complementará a su buen porte.
El felino se acicala, se ocupa de estar siempre limpio y debe verse saludable sin que a su paso suelte su pelo en gran cantidad. Tiene de por sí un andar seguro y presto a cualquier estímulo como jugar, un parpadeo, un aviso o una llamada de atención.
Lea más: Cómo alimentar a un gato adulto mayor
El veterinario indicará qué balanceado le conviene más, recuerde que esta mascota suele ser muy exigente en cuanto a marcas o tipos de comida.
Un gato añoso
A medida que pase el tiempo los análisis de sangre y orina orientarán al veterinario para averiguar si necesita algún aporte especial de vitaminas o minerales, pero por lo general se mantendrá con bajas calorías con un buen soporte de proteína.
Si no cuidamos este aspecto el gato se pondrá obeso, y no es deseable bajo ningún punto de vista. También hará ejercicios, jugar en el patio, trepar a los árboles o a los techos le obligará a moverse y eso es importante.
En caso de vivir en un departamento el felino tendrá rascadores y accesorios que se ofrecen en tiendas especializadas que le motiven a moverse.
El gato castrado
Si el animal está castrado y apenas se mueve podría desarrollar males renales, hepáticos y urinarios. El gato gordo puede enfermar más fácilmente, y sufrir por causa de la diabetes.
Cuidemos lo que consume y procuremos que se ejercite, que camine o corra.