La doctora en animales Violeta Pereira nos habla sobre los baños en los perros.
“En la mayoría de los casos se recomienda iniciar los baños a partir de los tres meses de edad, cuando se ha completado el primer protocolo de vacunación, con el fin de evitar enfermedades respiratorias, ya que se puede bajar la temperatura del cachorro y en consecuencia, en algunos casos, baja sus defensas”.
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Sobre el primer baño del cachorro
Violeta Pereira aconseja que si hay que bañar a los cachorros, hay que hacerlo de día. “Preferentemente en la ducha, o si es en el exterior que sea en un día soleado y debes hacerlo rápido. Debes secarlo con una toalla y con secador a treinta centímetros del cuerpo y graduarlo con temperatura media, no caliente”.
“Un perrito recién nacido no tiene grandes necesidades de limpieza en su cuerpo. Después de un mes podés hacerlo con toallitas húmedas para perros, o simplemente humedeciendo una toalla con agua tibia y solo en las partes sucias”, recomienda.
“Hacé de su primer baño una experiencia tranquila, positiva y feliz, con mucho cariño y suavidad. Para lograrlo debes bañarlo y usar productos sin pesticidas o antipulgas y que tenga PH neutro, para que tu peludito no se intoxique. Es un gran error usar champús o jabones antipulgas que, aunque en la etiqueta nos indican que tienen toxicidad moderada, con el tiempo esto puede ser absorbido por el hígado del perro”.
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Si hay pulgas ¿Qué hacer?
La veterinaria dice que si presentan pulgas, nunca le apliques talcos insecticidas, ya que podrían lamerse y sería fatal. Lo que debes hacer es ir con el médico veterinario que podrá darte una solución en pipeta o una pastilla adecuada para su tierna edad. Recuordá que ante todo está la buena salud y la vida de nuestras mascotas. Mucho menos debes usar el champú o el jabón de uso humano, ya esto puede dañar su piel y causarle problemas de alergias.
Después de que el perrito tenga su plan de vacunación al día, lo ideal es bañarlo una vez al mes, o cada dos meses, según la raza. Hoy en día existe la posibilidad de limpiarlo con toallitas húmedas, esto hace que cuando regrese del parque o se ensucie, ayude a tenerlo más tiempo limpio.
Preparar el ambiente adecuado:
Recordá que si la primera experiencia de tu perro con el baño fue negativa, el asumirá que de ahí en adelante va a ser así, entonces prepará el ambiente con anticipación. Que sea un lugar limpio, tibio y sin riesgo de accidente.
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Antes de bañarlo alistá sus implementos de aseo como: cepillos para los dientes, champú adecuado (el más indicado con PH neutro), una toalla limpia que sea de su uso exclusivo. Podés colocar toallas en el piso para que no se resbale, especialmente saliendo de la ducha de un baño. Y no lo ates con fuerza y obligues, eso hará que el perrito se asuste, se resbale o se torne agresivo y se haga daño a si mismo y a vos.
Si lo bañás en la ducha: previamente controlar la temperatura con la mano hasta que quede templada o un poco tibia. De ninguna manera ingreses al perro y abras la ducha, ya que el agua puede salir o muy fría, o demasiado caliente.
Si lo bañás en un lavadero: Por ningún motivo usar agua fría a cualquier edad, esto podría enfermarlo. En nuestro país que el clima es extremadamente caluroso, por lo que el agua puede ser al clima o templada, pero de tibia a ligeramente fría y solo con el ánimo de refrescar.
Los lavaderos son altos, así que la recomendación siempre es ubicarte todo el tiempo lo más cerca al peludito con el fin de protegerlo de un salto o eventual escape.
Si lo bañas en el piso: debés asegurarte de que no sea resbaloso y que tenga un espacio limitado para que no salga corriendo. No uses manguera a presión, ya que la fuerza con la que sale el agua también lo puede lastimar o asustar por la potencia de salida del agua, y la temperatura que también es muy fría la debes manipular con moderación. Si usas un balde con agua tibia, tené cuidado de que no se vaya a derramar y causar un accidente.
Cuidado de oídos y ojos
Violeta Pereira afirma que hay que tener mucho cuidado con los ojos y los oídos de tu mascota. Para ello evitá pasar el champú por estas zonas, ya que como a los humanos puede causar irritación. Si le cae algún líquido o espuma, inmediatamente debés enjuagarlo con suavidad y evitar mandar agua a los oídos. Para mayor seguridad, colocá algodones dentro de los oídos, ya que la acumulación de agua puede causar infección y la limpieza debe hacerse con productos especializados y dirigidos por un veterinario.
Recomendaciones para después del baño:
Secarlo muy bien con una toalla o con secador a distancia adecuada para evitar quemaduras. Cepillarlo para evitar que se formen porras y que no se puedan desenredar, ya que si no se hace eso, puede con el tiempo generar cúmulo de bacterias y microorganismos que podrían afectar al pelo y piel de la mascota.
El perfume no es necesario si lo bañás bien. Por ningún motivo uses uno de humano, ya que eso le puede causar alergias. Por último, podés premiarlo con caricias y snacks indicados para mascotas.
En qué otros casos debés bañar al perro:
* Para refrescarlo si se siente acalorado.
* Si estuvo de viaje al campo o contacto con barro.
* Cuando tiene mal olor el cuerpo, pero tené en cuenta que el mal olor puede ser por una mala alimentación o higiene diaria.
* Si tu perro se restregó en alguna superficie contaminada o animal muerto y se mete en un alcantarillado, charcos debes llevarlo inmediatamente al veterinario para que el profesional le haga un baño medicado, si no es posible, porque es de noche, debes bañarlo con un champú que tenga clorhexidinam, preferiblemente o el que tengas a la mano.
“Sin embargo, ese baño casero no es suficiente y si es indispensable a la brevedad llevarlo al veterinario, ya que esas aguas estancadas pueden tener heces o bacterias que pueden comprometer gravemente la piel de tu perro, llagarlo y que sufra una infección tan fuerte que arriesgue su vida”, explica Pereira.
En que momentos debemos evitar bañar al perro:
Cuando tenga alguna gripe, tos, enfermedad respiratoria o temperatura elevada, o esté enfermo. Esto bajará sus defensas y agravará su situación.