Para limpiar el interior de la jaula, la rueda de ejercicio o los cuencos de comida de un hámster dorado o enano no se deben utilizar desinfectantes. Es suficiente usar agua caliente, aconsejan los expertos del portal alemán para mascotas “Ein Herz für Tiere”.
El suelo de la jaula debe limpiarse al menos una vez por semana. La gruesa capa de lecho, que les proporciona a los roedores el material para hacer sus camas o para excavar, sirve para atrapar la humedad.
Una parte de este lecho, sobre todo las partes más apelmazadas o aquellas que contengan restos de excremento o alimento, deben sustituirse, de modo que se mezcle el sustrato más fresco con el más viejo. El lecho puede estar compuesto de viruta, aserrín o maíz granulado, entre otros.
El comedero y el bebedero deben limpiarse a diario. Es mejor equipar la jaula con un dispensador de agua colgante que disponer de cuencos, que se ensucian rápidamente o se vuelcan.
El material de los cuencos debería ser de arcilla o porcelana y tener una base pesada. Deben colocarse de modo tal que no puedan caerse.
Así como el bebedero y el comedero, también el rincón de la orina debe limpiarse diariamente.
En tanto, el recinto del hámster dorado debe limpiarse cada dos semanas, mientras que una vez al mes es suficiente para el del hámster enano.
A menudo, los pequeños excavadores suelen utilizar la casita de madera para dormir también como despensa. El material que el hámster lleva a su morada no debe ser sustituido por completo. Basta con retirar solamente las partes sucias.