Tambaleos y vómitos, señales de alerta
Los primeros síntomas típicos de envenenamientos pueden aparecer ya en un corto corto período de tiempo en los animales: tambaleos, vómitos y letargo son algunas de las consecuencias más inofensivas. Una mayor cantidad de veneno puede causar taquicardia, una frecuencia respiratoria elevada y calambres como en una crisis epiléptica, explica Hölscher. Además, al contacto, el perro suele reaccionar con pánico. El aumento de la salivación también puede ser una indicación.
Pero no sólo las nueces, sino también las castañas suponen un peligro para los perros: si se ingieren en exceso pueden ocasionar, según el tamaño del animal, una obstrucción intestinal. "El perro vomita cada vez que come algo", explica Hölscher. Mucho peor aún es si el área de la pared intestinal afectada por la oclusión no reciba irrigación sanguínea y muera. Entonces solo una operación puede salvar al perro.
Si el perro se comporta apáticamente o muestra malestar, los propietarios deben acudir al veterinario. Esto también se aplica si muestra los primeros signos de envenenamiento, aconseja la experta. De lo contrario, esto puede ser fatal para el animal. Sin embargo, para evitar que esto suceda, es mejor recurrir desde un principio a juguetes alternativos para lanzar, con el fin de que el perro no juegue con frutos.
Pero los peligros también acechan en casa. Cuando comienza el frío, el chocolate y las galletas de nuez causan un aumento de endorfinas en los humanos, pero a los perros pueden envenenarlos. Si el animal come nueces de macadamia, por ejemplo, pueden producirse vómitos, dolor abdominal, cojera, temblores y fiebre. Los síntomas suelen aparecer después de menos de 12 horas.
Uvas, pasas y chocolate también son peligrosos
En el caso de ingerir uvas y pasas, el perro puede sufrir insuficiencia renal aguda y la muerte dentro de las 24 a 72 horas, explica la veterinaria. Una dosis de 10 a 30 gramos de uva por kilogramo de peso corporal puede ser peligrosa para los perros.
El chocolate siempre debe estar bien escondido porque los perros y gatos carecen de una enzima para descomponer la teobromina contenida en el chocolate. "Incluso media barra de chocolate negro puede ser fatal para un terrier de Yorkshire", advierte Hölscher.
Actuar con rapidez ante la primera sospecha
Se debe evitar la absorción de veneno para salvar al animal. Para ello, los veterinarios le inyectan un agente que provoca el vómito. "Sin embargo, esto sólo es útil si la jeringa se administra una o dos horas después de que el chocolate ha sido absorbido", señala la especialista.
Si se excede el período, el veterinario sólo puede intentar frenar el caso mediante carbón activado que absorba el veneno. Por lo tanto, los cuidadores de mascotas deben reaccionar rápidamente si se sospecha de envenenamiento.