La mayoría de los gatos son cuidadosos. Pero cuando cazan una libélula o una mosca, por ejemplo, a veces no hay nada que los detenga y terminan en el barril de recolección de agua de lluvia, por ejemplo. A veces esto puede ser fatal.
Los gatos suelen saber nadar, en general. Pero la mayoría no puede salir por sus propios medios de un barril si contiene un nivel bajo de agua porque en ese caso no alcanzan el borde del mismo. Por ello, los dueños de jardín deberían asegurar mejor sus recipientes para recolectar agua de lluvia y cubrirlos con una tapa.
Otros espacios acuáticos de superficies mayores, como las piscinas, son peligrosos si no se cubren. Para evitar que los gatos, erizos o ardillas se ahoguen, los expertos aconsejan instalar una tabla inclinada o un pequeño tocón para que los animales puedan salir de la piscina.
Un estanque de jardín también debe tener al menos un punto plano en la orilla. Esto facilitará la salida de los animales.
Las ventanas abiertas del sótano sin mosquiteros y las ventanas inclinadas en la planta baja pueden ser una sentencia de muerte para los gatos si se atascan en la grieta y lesionan sus órganos internos.
Si los garajes, cobertizos de herramientas o casas de jardinería estuvieron abiertos por un período de tiempo más largo de lo habitual, los expertos recomiendan revisar los cuartos minuciosamente para que no quede encerrado accidentalmente un animal en algún lugar.
Además, los dueños de jardines deberían evitar colocar veneno para ratas, por ejemplo, porque esto también puede poner en riesgo a otros animales. Los gatos pueden sufrir envenenamientos graves si comen una rata o un ratón que haya ingerido antes veneno.