Donald Trump y la promesa de eliminar la ciudadanía de EE.UU. solo por el nacimiento

Donald Trump, presidente de los Estados Unidos, prometió suprimir la ciudadanía por derecho de nacimiento. Desde su ratificación en 1868, la 14ª Enmienda, además de tratar sobre igualdad, abrió la ciudadanía a millones de inmigrantes, crucial para el crecimiento de este país. Esta medida reflejaría una decisión sobre qué tipo de democracia pluralista el país quiere ser en el siglo XXI.

Donald Trump, presidente de los Estados Unidos.Chip Somodevilla / POOL
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Desde su ratificación en 1868, la 14ª Enmienda ha sido fundamental en la definición del carácter de los Estados Unidos, al establecer que todos los nacidos en el país son ciudadanos. Esto ha distinguido a EE.UU. y Canadá entre los países más desarrollados, al mantener el principio legal de jus soli, o derecho de suelo. Sin embargo, este principio podría estar en peligro.

Donald Trump, presidente electo, ha prometido suprimir la ciudadanía por derecho de nacimiento. En una entrevista con NBC News, declaró su intención de cambiar esta política y anunció un plan para emitir una orden ejecutiva que niegue la ciudadanía a hijos de inmigrantes indocumentados. Aunque estas medidas se enfrentarán a desafíos legales, representan una amenaza seria a la 14ª Enmienda.

Nacionalismos en conflicto

Históricamente, EE.UU. ha oscilado entre dos formas de nacionalismo. El “nacionalismo cívico” conceptualiza al país como una tierra de oportunidades para todos, independientemente de su origen, mientras que el “nacionalismo racial” propone una visión basada en prioridades raciales. La lucha sobre la ciudadanía aborda estas dos visiones divergentes del país.

Varios estadounidenses, de diferentes orígenes étnicos, se sienten amenazados por la migración global y abogan por políticas que restrinjan la ciudadanía a líneas familiares. A medida que otros países han adoptado políticas menos inclusivas, algunos en EE.UU. quieren seguir el ejemplo.

Las raíces del debate

La 14ª Enmienda, además de tratar sobre igualdad, abrió la ciudadanía a millones de inmigrantes, crucial para el crecimiento de EE.UU. Sin embargo, su relación con la política migratoria ha sido debatida desde la resolución del caso Wong Kim Ark en 1898, que confirmó el derecho a la ciudadanía para aquellos nacidos en suelo estadounidense, independientemente de su ascendencia.

Autores como Rogers M. Smith y Peter H. Schuck examinaron si este derecho se aplica a hijos de migrantes indocumentados, generando discusión académica y política. Su argumento, sin embargo, fue adoptado por algunos sectores políticos que abogan por cambios.

Implicaciones para el futuro

Si Trump avanza con su propuesta, el debate sobre la ciudadanía por nacimiento podría culminar en un fallo de la Corte Suprema. Cambiar la política tendría consecuencias profundas para el futuro de EE.UU. Las naciones que han dado un paso hacia criterios basados en sangre han reaccionado a cambios sociales rápidos y temores de pérdida de control.

La estabilidad y prosperidad de EE.UU. han dependido de su capacidad para integrar a inmigrantes. Eliminar la ciudadanía automática podría crear una clase de residentes sin derechos plenos, en contraste con el espíritu de igualdad de la 14ª Enmienda. La redefinición de esta enmienda reflejaría una decisión sobre qué tipo de democracia pluralista el país quiere ser en el siglo XXI.

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