De los suburbios a las pasarelas: el buzo hoy es sinónimo de lujo

MADRID. El buzo celebra el 21 de enero su Día Internacional, como una de las prendas más deseadas, que esta temporada es objeto de deseo y sinónimo de lujo.

Una mujer joven con buzo azul y championes sentada en el suelo.Shutterstock
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De los suburbios y uniforme de domingo de la clase más humilde, el buzo ha pasado a las pasarelas y el universo del lujo. Ha dejado de ser sinónimo de hortera y se ha convertido en señal de estatus, gran de poder adquisitivo.

Los seguidores lo combinan con calzado y bolsos de lujo y lo aderezan con joyas para ofrecer una imagen glamurosa y opulenta. “Me gustan las joyas con un chándal (como llaman los españoles al buzo), hay quien no lo entiende, ya lo entenderá”, dice la modelo y empresaria Georgina en uno de los capítulos del programa de telerealidad que emite Netflix.

Pero esta moda viene de lejos. Uno de los pioneros fue el cantaor de flamenco español Camarón De la Isla. “Vestir chándal con cadenas de oro lo inventó él”, dice la diseñadora española Juana Martín, quien reconoce que “esa mezcla, antes se veía como ‘cani’, era sinónimo de gitano. Hoy no”.

El origen del buzo en los vendedores de ajos franceses

La Real Academia Española (RAE) define la palabra chándal (buzo) como “ropa deportiva que consta de un pantalón y una chaqueta o jersey amplios”.

Chándal es la versión española de la palabra francesa ‘chandail’, que significa “jersey de los vendedores de verdura”. Fueron los marchantes de ajos y otras verduras los que dieron nombre a esta popular prenda a finales del siglo XIX. Con los años, se popularizó la palabra ‘chandail’ y se relacionó con el jersey cómodo que utilizaban para combatir el frío.

Esta prenda, con el tiempo, se aplicó al uso deportivo y se empezó a fabricar en diversos materiales textiles hasta que la firma Adidas la revolucionó lanzado un diseño en colaboración con el jugador de fútbol alemán Franz Beckenbaur en 1964.

“Un diseño de pantalón que aún hoy es máxima tendencia. Modelos como Alexa Chug, Kendal Jenner o Hailey Bieber lo lucen con camisa y zapatos de tacón”, recuerda la experta en comunicación de moda y directora de la empresa Vality, Alicia Hernández.

Desde su nacimiento a finales de la década de los 60, la popularidad y fama del buzo ha variado: ha pasado del circuito deportivo a la calle, pasando por los suburbios hasta alzarse en las pasarelas.

Ha sido símbolo de tribus urbanas y cultura juvenil. Bob Marley vestía el buzo de Adidas. El mundo rastafari le imitó. También se convirtió en la prenda favorita de la escena del ‘hip-hop’, el movimiento ‘break dance’, el ‘grunge’ y el ‘acid’.

Tal era su apogeo, que en los años 90 pasa a popularizarse y se convierte en el uniforme de los domingos. Servía para salir a comprar el pan, para lavar el coche, tomar una cerveza o ir al campo, incluso para estar por casa y recibir visitas.

En los 90 y principios del 2000, firmas como Fred Perry o Lacoste aprovecharon la coyuntura para posicionar esta prenda con un halo más chic. El personaje de Rachel en la serie ‘Friends’ (1994-2004) fue toda una referencia estilística.

Los diseñadores Alexander Wang, Riccardo Tisci fueron de los primeros en trasladar la ropa deportiva a la pasarela, al lujo, una apuesta que rápidamente acogió la familia Kardashian.

“El buzo: la prenda que una mujer usa cuando pierde el control sobre su propia vida”, decía Karl Lagerfeld, pero ante su apogeo, el diseñador alemán cambió de opinión y en el desfile de otoño-invierno 2014 subió a la pasarela a la modelo Cara Delevinge con un buzo rosa.

Hoy, el buzo es sinónimo de lujo, riqueza y tendencia, basta mirar a artistas como Rosalía, Rita Ora, Shakira, Rihana, Jennifer López, Timothée Chalamet o Jeremy Allen Whit.

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