"El acuerdo que está tomando forma es una catástrofe para la seguridad nacional del Estado de Israel", dijo el líder del partido ultranacionalista Sionismo Religioso, que forma parte de la coalición de Gobierno liderada por Benjamín Netanyahu.
El ministro dejó claro que no será parte de un "acuerdo de derrota", y dijo que ahora es momento de "ocupar y limpiar" toda la Franja de Gaza, en un mensaje compartido en redes sociales.
Su mensaje llega en pleno impulso a las negociaciones indirectas entre Israel y Hamás, y después de que la prensa israelí asegurase que anoche los mediadores lograron un avance importante.
El propio Netanyahu se reunió ayer con Smotrich y con el ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir (otro líder ultranacionalista clave para la coalición) para sondear su oposición a un acuerdo de rehenes.
Ambos ministros se han mostrado en contra durante la guerra a aceptar un acuerdo con el grupo islamista.
Según el medio israelí Walla, el equipo del mandatario cree que Ben Gvir abandonaría el Gobierno si Israel acepta un acuerdo con Hamás, por lo que Netanyahu está tratando de convencer a Smotrich de que se limite a votar en contra de la propuesta, sin abandonar la coalición, para evitar elecciones anticipadas.
Netanyahu habló ayer con el presidente estadounidense, Joe Biden, sobre las negociaciones en Catar, después de despachar el sábado a su equipo negociador a la capital catarí, donde está teniendo lugar esta última ronda de conversaciones.
El posible acuerdo sobre la mesa contempla tres fases en las que se irían liberando gradualmente los rehenes israelíes en manos de Hamás a cambio de presos palestinos en cárceles israelíes, y culminaría en la reconstrucción del enclave y el establecimiento de un nuevo gobierno.