En un mensaje publicado en la red social X donde daba la bienvenida a su nuevo ministro de Gobierno, José De la Gasca, y hacía un recuento de sus primeros once meses de mandato presidencial, Noboa afirmó entre sus méritos está haberse enfrentado a "la canallada dentro del Gobierno".
"Se investigan las cuentas en paraísos fiscales del hijo de la vicepresidenta, son 7,2 millones de dólares", aseveró el mandatario ecuatoriano sin dar mayores detalles sobre el asunto, en medio del enconado enfrentamiento que mantiene con Abad, motivo por el que la envió como embajadora a Israel con la misión de mediar entre israelíes y palestinos.
El mandatario ecuatoriano lanzó esta afirmación después de que Abad fuera suspendida cinco meses por el Ministerio de Trabajo por no haberse trasladado en el plazo establecido a Ankara, donde fue reubicada desde Tel Aviv por motivos de seguridad.
Seguidamente, en un acto inédito, Noboa designó como vicepresidenta encargada a la secretaria nacional de Planificación, Sariha Moya.
La suspensión le impedirá a Abad en principio asumir las funciones presidenciales de manera temporal cuando a Noboa le toque pedir licencia del cargo para participar en la campaña electoral de las elecciones de 2025 en las que buscará su reelección, conforme contempla la Constitución.
Desde la Administración de Noboa han sido enfáticos en señalar que no querían que la vicepresidenta ejerciese las funciones presidenciales.
El hijo de Abad fue detenido por el presunto caso de corrupción en el que está involucrado, y llegó a pasar alrededor de tres semanas en La Roca, la cárcel de máxima seguridad de Ecuador, antes de salir en libertad condicional mediante una fianza de 20.000 dólares.
La Fiscalía aseguró incluso que habría indicios de la participación de Abad en la presunta comisión del delito de concusión, pero el pleno de la Asamblea Nacional (Parlamento) rechazó el pedido de la Justicia para que se le levantase la inmunidad a la vicepresidenta y fuese incluida en la investigación.
Abad ha rechazado las acusaciones y las ha atribuido ha señalado a Noboa de liderar un presunto acoso hacia ella para forzarla a dimitir.
La suspendida vicepresidenta también demandó a Noboa y a varios miembros de su administración por presunta violencia política de género, mientras que a su vez ha sido contrademandada por lo mismo, una causa que se dirime en el Tribunal Contencioso Electoral (TCE) y que puede ser sancionado incluso con la inhabilitación de las partes demandadas.
El distanciamiento entre Noboa y Abad comenzó durante la campaña electoral de la segunda vuelta de las elecciones extraordinarias de 2023, y se evidenció de manera cada vez más notoria al ganar los comicios, al punto que el gobernante la envió a Israel en una de sus primeras decisiones al asumir el cargo.