El Ejecutivo comunitario concluyó a finales de abril que el sistema operativo de la tableta de Apple cumple los requisitos para tener que cumplir la DMA y, transcurridos los seis meses de transición para poderse adaptar a la normativa, Bruselas empezó a analizar hoy si la respeta.
Entre las exigencias que debe cumplir está la de permitir a los usuarios descargar navegadores de internet distintos a Safari, el propio de Apple que instala por defecto en sus tableta; autorizar a que puedan adquirir aplicaciones móviles desde las tiendas de la competencia y que puedan enlazar dispositivos móviles como auriculares o lápices de terceras empresas.
Apple entregó a la Comisión el pasado viernes un informe con las medidas que ha puesto en práctica para cumplir con la normativa y Bruselas está ahora analizándolo, junto al análisis que realicen investigadores independientes.
Si llegase a la conclusión de que la empresa incumple la DMA podría abrir una investigación formal que, en último término, podría terminar con una multa de hasta el 10 % del volumen de negocios mundial total de la compañía y hasta el 20 % en caso de reincidencia.