El Papa Francisco ha mencionado en varias ocasiones la importancia de su legado, destacando cómo su antecesor abrió caminos para el diálogo interreligioso y la inclusión social. Pero además dijo que “San Juan Pablo II fue el Papa de la familia. Él mismo, una vez, dijo que así le habría gustado ser recordado, como el Papa de la familia”.
El 22 de octubre es una fecha memorable en la historia de la Iglesia Católica, marcada por la llegada de un nuevo líder espiritual al mundo. En 1978, miles de peregrinos llenaron la icónica Plaza de San Pedro para presenciar la misa inaugural de San Juan Pablo II, quien se convirtió en el primer Papa no italiano en 455 años, refiere la publicación de ACI Prensa que acompaña un video resumiendo parte de sus viajes.
Wojtyla murió cuando tenía 84 años, el 2 de abril de 2005. “Fue beatificado por el Papa Benedicto XVI en 2011 y canonizado en abril de 2014 por el Papa Francisco”, recuerda el medio de comunicación que difunde informació sobre la actividad católica.
La elección de Juan Pablo II -según los católicos-, no solo rompió con una tradición arraigada, sino que también simbolizó un nuevo modelo para la Iglesia con el mundo. Por ello es conocido también como el “Papa Peregrino”.
San Juan Pablo II, cuyos fieles lo distinguen por su carisma y compromiso con la paz y los derechos humanos, transformó la forma en que el papado se relacionaba con la feligresía y el mundo.