La Fundació Miró establece un diálogo inédito entre la obra de Joan Miró y Henri Matisse

Barcelona, 22 oct (EFE).- La Fundació Miró de Barcelona establece un diálogo entre la obra y la vida de los artistas Joan Miró y Henri Matisse en la exposición 'MiróMatisse. Más allá de las imágenes', que revela una relación inédita entre ambos pintores.

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Organizada por la fundación barcelonesa junto con el Musée Matisse de Niza (Francia) y patrocinada por la Fundación BBVA, la exposición, abierta al público desde el 25 de octubre hasta el 9 de febrero, parte de una base cronológica y se centra en momentos decisivos en los que el cruce de miradas fue particularmente productivo.

El comisario de la muestra, Rémi Labrusse, destacó algunos de esos momentos como "la reminiscencia del fauvismo en Miró, a finales de la década de 1910 y principios de la de 1940; o la admiración de Miró por los dibujos a tinta y los collages de Matisse a partir de los años 50, cuando el francés se convirtió en una influencia renovada para Miró".

La exposición revela, según el comisario, "un diálogo inédito entre los dos artistas, y muestra cómo revolucionaron la pintura y redefinieron las fronteras del arte moderno en una relación marcada por los estímulos creativos y la admiración mutua".

Labrusse subrayó que el hijo de Matisse, Pierre, marchante de Miró en Nueva York, fue "un personaje clave en el encuentro entre los dos artistas, al actuar como puente entre ellos y facilitar un intercambio que consolidó el vínculo artístico y personal".

La exposición reúne obras procedentes de colecciones internacionales, como el MoMA de Nueva York, el Reina Sofía de Madrid, el Museo de Grenoble (Francia), el de Bellas Artes de Bélgica o el Saint Louis Art Museum (EE.UU).

En el recorrido expositivo el visitante observa un interés común por el Mediterráneo, presente en 'Cambrils, la playa' (1917), de Miró, y 'Colliure en agosto' (1911) de Matisse, en dos obras fauvistas mironianas, 'Paisaje de Mont-roig' (1916) y 'Siurana' (1917), así como en dos bodegones, 'Naturaleza muerta' (1922-23), del barcelonés, y 'Las calabazas' (1915-16), del francés.

En el ecuador, junto a obras clásicas de Miró se pueden ver un retrato de Matisse hecho por André Derain (1905) y una de las obras clave del artista francés, 'Marguerite leyendo' (1906).

La exposición se centra en las prácticas compartidas, comparando el "asesinato de la pintura" mironiano con la "estética decorativa" de Matisse, que sobrevino después de la crisis creativa que sufrió a partir de los años 30, de la que es testimonio 'Ninfa en el bosque (La vegetación)' (1943) o el cuadro 'Odalisca con cofre rojo' (1927), que formaba parte de las "cargantes odaliscas tan cotizadas en el mercado", como decía Miró.

'Desnudo de pie' (1918) de Miró y el 'Desnudo de pie sobre taburete' (1906) de Matisse muestran otros dos paralelismos, que aún toman una mayor relevancia en la última sala al ver una junto a otra la 'Pintura/El guante blanco' (1925) de Miró y 'Vista de Notre Dame' (1914) de Matisse, que "comparten el mismo azul cuando ninguno de los dos sabía lo que estaba haciendo el otro". EFE.

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(foto) (vídeo)

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