En un escenario caracterizado por conflictos internacionales, creciente fragmentación económica, bajo crecimiento y niveles alarmantes de deuda, la necesidad de acción por parte de los gobiernos es más apremiante que nunca.Las declaraciones de las líderes de estas instituciones de Bretton Woods, Kristalina Georgieva y Ajay Banga, resaltan la importancia de este encuentro.
En su discurso previo, la directora gerente del FMI no dudó en calificar el próximo periodo como “difícil”, subrayando los retos que plantea el escaso crecimiento y la elevada carga de deuda que afrontan muchos países.
Georgieva hizo un llamado urgente a los gobiernos para que se movilicen en la reducción de la deuda y trabajen en “reconstruir los amortiguadores” necesarios para enfrentar el siguiente choque que, según advierte, podría llegar antes de lo que se espera.
A partir de hoy y hasta el viernes, las sedes del FMI y del BM se convertirán en el epicentro de discussiones críticas con la participación de ministros de economía, presidentes de bancos centrales y otras altas autoridades económicas.
Estas ponencias y reuniones de alto nivel ofrecerán una plataforma fundamental para abordar la situación actual de la economía mundial y los desafíos que se avecinan, con enfoques dirigidos hacia el diálogo entre líderes económicos es esencial en estos momentos de turbulencia.
Según analistas, las decisiones tomadas aquí podrían tener un impacto significativo en cómo los países enfrenten la creciente complejidad de la economía global.
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La colaboración es clave, sostienen, y solo a través de un enfoque coordinado se podrán implementar políticas efectivas que fomenten el crecimiento, reduzcan la deuda y preparen a las naciones para cualquier eventualidad futura.
El mensaje es claro desde los organismos internacionales: la acción proactiva de los gobiernos es vital. Las próximas jornadas prometen ser intensas y profundamente reveladoras, marca de la urgencia con la que deben ser abordados los retos que enfrenta el mundo en este momento decisivo. Pero además, el futuro económico del planeta depende de la capacidad de los líderes para unirse y responder a los llamados de cambio y adaptación.
Previsiones
Según las últimas previsiones publicadas en julio, la economía global crecerá el 3,2% este año y el 3,3% el que viene, niveles pobres que se mantendrán a medio plazo, publica EFE. Y es que, según Georgieva, pese a que se ha logrado superar la crisis inflacionaria global sin entrar en una recesión, hay poco que celebrar.