"Mi expectativa es que la gente se vaya de aquí algo animada, pero también algo más asustada, con suerte tan asustada como para que se ponga a trabajar a toda marcha", afirmó la economista en una rueda de prensa.
Georgieva pronunció hoy su tradicional discurso previo a las reuniones anuales del Fondo, que se celebrarán la semana próxima en Washington y en las que participarán ministros, presidentes de bancos centrales y otras autoridades económicas.
En él, la búlgara alertó del "futuro difícil" que se avecina, una época de bajo crecimiento, elevada deuda e inestabilidad geopolítica. "Los gobiernos deben trabajar para reducir la deuda y reconstruir los amortiguadores para el próximo shock, que seguramente llegará, y tal vez antes de lo que esperamos", apuntó.
En una rueda de prensa posterior, la directora gerente recordó que la institución publicará el próximo martes una actualización de sus perspectivas económicas y adelantó que lo que se verá es que "China se está desacelerando, la India y otras partes de Asia se están acelerando y a nosotros (EE.UU.) nos está yendo bastante bien, mientras que Europa puede hacerlo mejor".
Según las últimas previsiones publicadas en julio, la economía global crecerá el 3,2 % este año y el 3,3 % el que viene, niveles pobres que se mantendrán a medio plazo.
En un panorama de fragmentación geopolítica por las guerras y otros conflictos, Georgieva llamó a los gobiernos a acudir a Washington con la voluntad de dejar "al margen sus diferencias".
"La frase que yo usaría es dejar de lado la guerra comercial, dejar de lado la guerra fría. Y si hay una guerra caliente, dejarla también de lado", afirmó.
Pero, sobre todo, los formuladores de políticas tienen que irse con la voluntad de actuar y de seguir ejemplos existosos.
"Miramos alrededor del mundo y hay ejemplos brillantes. Miremos a Brasil, que comenzó en 2017 a implementar reformas del mercado laboral, luego tributarias, y el crecimiento se ha visto impulsado entre tres y cinco décimas por esto, algo significativo", apuntó.
O el "notable" caso de la India, que en los años 90 era un país "en el que no se podía avanzar por la burocracia" y todo requería de permisos que "que generan corrupción" y hoy "es un punto brillante en el horizonte mundial".
"La pregunta realmente es cómo generar esa determinación y luego ponerse a trabajar. No quiero que nadie salga de aquí pensando que todo es pesimismo. Es difícil, pero hay acciones que otros han tomado y que ellos también pueden hacer", concluyó la economista búlgara, quien acaba de iniciar su segundo mandato al frente de la institución de Bretton Woods.