El acuerdo se alcanzó el pasado miércoles tras ocho rondas de negociación, según informó hoy viernes el Ministerio de Asuntos Exteriores surcoreano en un comunicado.
En virtud del acuerdo, a partir de 2026 y hasta 2030, Corea del Sur pagará 1,52 billones de wones (unos 1.140 millones de dólares) al año, lo que supone un 8,3 % más con respecto al monto que Seúl debe abonar a Washington en 2025 por mantener en su territorio a 28.500 efectivos estadounidenses.
A eso habrá que añadirle cada año un incremento equivalente a la subida anual del IPC surcoreano, una novedad con respecto a acuerdos previos que contemplaban adiciones ligadas al incremento anual del presupuesto para defensa nacional.
La negociación de estos montos tensaron las relaciones bilaterales durante el mandato (2016-2020) de Donald Trump, que acusó a Corea del Sur de estar aprovechándose de EE.UU. y exigió multiplicar por cinco lo que el país asiático abonaba.
Durante la presidencia de Trump ambos países mantuvieron una larga negociación hasta que Seúl aceptó incrementar su partida en un 8,2 % para 2019 con respecto al año anterior.
En el último acuerdo entre Seúl y Washington, que comprende el periodo 2020-2025, Corea del Sur acordó aumentar su prestación en un 13,9 %, el mayor incremento visto en casi dos décadas.
La adopción del acuerdo a un mes de las elecciones presidenciales en EE.UU., en las que Trump puede volver a resultar elegido, brindan así cierta tranquilidad a las autoridades militares de ambos aliados.
Unos 28.500 soldados estadounidenses están desplegados en Corea del Sur de cara a disuadir a Corea del Norte de realizar un ataque y desde 1991 Seúl ha asumido parte de los costes que implican, por ejemplo, los sueldos de los empleados surcoreanos de las Fuerzas Estadounidenses en Corea (USFK) o la construcción y mantenimiento de estructuras y equipamiento de las USFK.