Unas bulliciosas columnas de estudiantes comenzaron a arribar a las terminales ferroviarias de la capital argentina para dirigirse a la plaza frente al Congreso Nacional, epicentro de la protesta que se replicará en las principales ciudades del país.
El gobierno calificó la marcha como “política” y los reclamos de aumento de salario de profesores como “injustificados” , en el marco de un escenario social cada vez más crispado y de una marcada merma de popularidad del presidente, según sondeos.
La marcha capitaliza además el descontento social frente al impacto del ajuste económico que condujo a una recesión, con una caída de PIB del 1,7% en el segundo trimestre del año respecto al primero y una proyección de contracción de 3,8% para 2024.
La pobreza aumentó 11 puntos porcentuales en el primer semestre del gobierno de Milei y alcanzó al 53% de la población, la mayor en más de dos décadas.
La imagen del presidente está en caída. Según cinco encuestas publicadas por el diario Clarín en septiembre, entre el 40 y el 45% de la población aprueba su gestión, seis puntos menos que en los sondeos de agosto y julio.
Lea más: Gobierno de Milei cierra empresa estatal de ferrocarriles y despide a casi 1.400 empleados
Apoyos
La concentración, apoyada por sindicatos y organizaciones sociales, se centra en una ley aprobada el 13 de septiembre que aumenta los salarios de docentes y trabajadores de la universidad pública para contrarrestar el impacto de la inflación de 236% interanual en agosto.
Milei amenazó con un “veto total” tras la aprobación del Congreso. El presidente tiene de plazo hasta el jueves plazo para rechazar ley.
La marcha quiere presionar al Congreso para que no ratifique el eventual veto presidencial.
El gobierno trató de “degenerados fiscales” a los legisladores por aprobar una ley cuyo impacto fiscal se estimó en 0,14% del Producto Bruto Interno, según la Oficina de Presupuesto del Congreso.
“De lo que estamos en contra es de que el Congreso sancione leyes que no tengan una partida presupuestaria asignada, es decir, que no puedan financiarse” , dijo el lunes el vocero presidencial, Manuel Adorni.
De todas formas el gobierno parece no contar con los apoyos necesarios en el Congreso para dejar firme el veto como sí lo consiguió con una proyecto de ley que actualizaba las jubilaciones para morigerar la pérdida del poder adquisitivo por inflación.
“Futuro en riesgo”
La policía colocó vallas a cien metros a la redonda del Congreso para impedir el paso de los manifestantes que hacia el mediodía comenzaban a agolparse contra las estructuras de hierro custodiadas por cientos de efectivos.
“Hay una directiva clara: no sobrepasar ni intentar entrar al Congreso. Cuando lo hacen, la policía reacciona. Porque queremos orden” , advirtió la Ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
“Sin educación no tengo futuro” , rezaba el cartel de uno de los jóvenes que se dirigía a las inmediaciones del Congreso en una columna de cientos de estudiantes de la pública Universidad de Lomas de Zamora, de la periferia sur de Buenos Aires.
“Médica egresada de la universidad pública” , se leía en el cartel que llevaba a la espalda otra de las manifestantes.
Los convocantes buscan reeditar la multitudinaria manifestación universitaria del 23 de abril, la más numerosa hasta ahora contra una política de Milei, tras la cual el gobierno reforzó fondos para gastos de infraestructura y hospitales universitarios.
Estudiantes y profesores temen que la situación afecte la calidad educativa de la universidad pública, orgullo de los argentinos y matriz de cinco premios Nobel, que concentra el 80% de la matrícula superior.
En la facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires los estudiantes deplegaron un enorme cartel con la leyenda “Tu futuro está en riesgo”.