Desde hoy, los visitantes que lleguen al país oceánico deberán abonar 100 dólares neozelandeses (63,4 dólares estadounidenses o 56,9 euros) por la Tasa de Conservación y Turismo de Visitantes Internacionales.
La nueva tarifa, que fue anunciada el pasado 3 de septiembre, contrasta con los 35 dólares neozelandeses (22,2 dólares estadounidenses o 19,9 euros) que se pagaban hasta ayer.
Se trata de un impuesto adicional a los costes de visado que comenzó hoy a aplicarse, entre problemas de acceso en días previos a la web del Ministerio de Inmigración del país oceánico para hacer los pagos en línea.
El Gobierno neozelandés defiende que este impuesto representa menos del 3% del promedio del gasto por visitante, y en septiembre justificó que ayudará a cubrir parte del costo que el turismo supone para el país, mientras desde la asociación independiente Industria del Turismo Aotearoa se teme que ahuyente a visitantes.
Cerca de 4,9 millones de turistas visitaron Nueva Zelanda en 2023 y aportaron a la economía alrededor de 11.000 millones de dólares neozelandeses (6.829 millones de dólares estadounidenses o 6.177 millones de euros), según datos oficiales.