El funcionario de London, Kentucky, le confirmó también a The Courier-Journal que otras más habían resultado heridas en un leve accidente de tráfico causado por los disparos. La carretera interestatal, que estuvo casi tres horas cerrada por el tiroteo, fue reabierta alrededor de las 21:30 hora local.
Algunas víctimas fueron trasladadas al Hospital Saint Joseph de London, y tres sufrieron traumatismos craneales y faciales, de acuerdo a lo informado por Weddle.
La policía, en el norte del estado de Kentucky, sigue en la búsqueda del hombre de 32 años identificado como Joseph A. Couch, que logró huir de la zona a bordo de una camioneta Ford azul con techo plateado, según el reporte del medio local Lex 18 News.
Las autoridades buscan al sospechoso en una “investigación activa” y han calificado a Couch como “armado y peligroso” tras disparar contra “numerosas personas” en zona rural del estado.
Piodieron a la población entregar información si conocen detalles sobre el sospechoso o su ubicación.
Disparó desde un bosque, contra los automóviles
De Igual forma aún se desconoce las razones del supuesto agresor para disparar desde una zona boscosa o un paso elevado contra los vehículos que circulaban por la Interestatal 75, junto a la salida número 49.
La única imagen que llegó del lugar de los hechos muestra una serie de automóviles cruzados o parados en mitad de una autopista con las puertas abiertas, escena que parece indicar que fueron abandonados a toda prisa.
En su momento, la policía local cerró el tramo de la autopista y desvió el tráfico, mientras que las autoridades lanzaron varios llamamientos a evitar la zona, y el gobernador de Kentucky, Andy Beshear, pidió en su cuenta de X “rezar por todos los implicados”.
Poco más tarde, y mientras participaba en una cena, el Partido Demócrata recordó en un comunicado que los estadounidenses no deberían vivir con miedo a que les disparen al cruzar un puente.
“Tenemos que hacerlo mejor”, dijo, en alusión al polémico control de armas, un tema al que los republicanos y también algunos demócratas se oponen por considerar la posesión de armas un derecho constitucional fundamental.