Hungría acusa al Parlamento Europeo de tener motivaciones políticas en su trato

Budapest, 4 sep (EFE).- El Gobierno ultranacionalista de Hungría denunció este miércoles que el hecho de no haber sido invitado a la reunión la comisión de Libertades Civiles del Parlamento Europeo (LIBE) donde tratan la emisión de visados húngaros a ciudadanos rusos y bielorrusos demuestra las motivaciones políticas de la Eurocámara.

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"Sin nuestra participación esto no es más que histeria política", aseguró el ministro de Asuntos Europeos, János Bóka, asegurando que a pesar de que se trata de un nuevo Parlamento Europeo, "persisten las viejas prácticas", recoge el blog del secretario de Estado de Comunicación Internacional, Zoltán Kovács.

Bóka recordó que el grupo "Patriotas por Europa", del que forma parte el partido gobernante húngaro Fidesz, había solicitado que se invitara al representante del Gobierno húngaro al Parlamento Europeo, para que los diputados reciban "información precisa y de primera mano sobre el Programa de Tarjetas Nacionales".

La solicitud fue rechazada, denunció el ministro, agregando que esa negativa "hace imposible el diálogo abierto y honesto".

Bóka había explicado hoy a la prensa internacional en Bruselas que la ampliación de su programa de concesión de visados rápidos a trabajadores rusos y bielorrusos, que preocupa a Bruselas, se debe a necesidades del mercado laboral de Hungría.

El ministro reiteró que no hay ningún problema legal o de seguridad con este sistema, anunciado en julio, cuando Budapest amplió la lista de los ciudadanos que pueden pedir visados rápidos para trabajar en el país largos periodos.

Hasta entonces la lista incluía a Bosnia, Macedonia del Norte, Montenegro y Moldavia, a la que se han agregado Rusia y Bielorrusia.

La comisaria europea de Interior, Ylva Johansson, asegura en una carta enviada a Budapest que el país aún tiene que aclarar si realiza más controles de seguridad a los ciudadanos de Rusia y Bielorrusia antes de conceder los visados que los que realiza a los de otros países extracomunitarios, como acordaron los Veintisiete en 2022, tras la inicio del asalto ruso a Ucrania.

La llamada "tarjeta nacional" ha generado roces con Bruselas, mientras que los países nórdicos y bálticos están inquietos ante la flexibilización de las normas para ciudadanos de Rusia y Bielorrusia, lo que consideran un "grave riesgo para la seguridad" europea.

El Gobierno húngaro, el más cercano a Rusia dentro de la UE, rechaza esas acusaciones y asegura que el país cuenta con la protección fronteriza más estricta del continente.

Bóka también agregó que desde julio las autoridades húngaras han concedido este tipo de visados a diez rusos y cuatro bielorrusos, con lo que no está entre los diez países europeos que más permisos de trabajo o de residencia conceden a ciudadanos de esos países.

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