En un comunicado de prensa, la ONG advirtió sobre las necesidades humanitarias "urgentes y crecientes" y detalló que el 73% de los refugiados viajaron directamente desde Sudán a través del desierto de la región libia de Al Kufra (sureste), mientras que otros llegaron se desplazaron a Chad o Egipto.
"La afluencia ha ejercido una presión adicional sobre un panorama de prestación de servicios que ya estaba tenso, y se necesita urgentemente un aumento del apoyo", alertó la ONG.
La IRC estima que unos doce millones sudaneses se vieron forzados a desplazarse de sus hogares tanto dentro de Sudán como a través de las fronteras hacia varios países limítrofes, entre ellos Libia, Chad, Sudán del Sur y Etiopía.
"La gente de Sudán se ha enfrentado a traumas inimaginables mientras huía del conflicto. Llegan al sur de Libia gravemente traumatizados, desnutridos y, a menudo, necesitados de atención médica", detalló Jared Rowell, director de país de IRC en el país magrebí.
Este aseguró que el sistema de salud "es particularmente frágil y las instalaciones de atención primaria carecen de la capacidad para brindar asistencia médica adecuada al creciente número de refugiados".
"Durante los últimos seis meses, hemos brindado servicios médicos a más de 17.000 sudaneses, el 58% de los cuales son mujeres y niñas, a través de nuestros equipos de salud móviles", agregó el responsable.
El IRC instó a la comunidad internacional a proporcionar ayuda y pidió un alto el fuego inmediato en Sudán para frenar la crisis humanitaria.
La ONU espera que la población sudanesa en Libia aumente a 149.000 en finales de este año 2024, indicó la fuente.