La pulsera, desarrollada por la empresa Grupo Aglaya Creativos de la ciudad de Pamplona, tiene dos recuadros de color rojo llamados test 1 y test 2. Cuando una persona quiere hacer la prueba de detección de drogas, solo tiene que retirar el film que protege los test y depositar en cada uno de ellos una gota de la bebida.
Juan Erro, creador de la empresa junto a Abel Lafuente, Ángel Gascón y Scarlett Gualamuz, explicó a EFE que el test 1 detecta los derivados de las aminas o drogas estimulantes y el test 2 es para detectar el GHB y en general las drogas depresoras.
En unos pocos segundos, se sabe el resultado. Si en el primer test aparecen unos aros naranjas oscuros o en el segundo unos aros azules, hay una probabilidad alta de que la bebida haya sido adulterada.
Diseñada para ser un elemento disuasorio
Esta pulsera, que Aglaya Creativos vende a un precio de 5 euros (5,45 dólares) en su local de Pamplona, es de colores muy llamativos y tiene escrita en grandes letras la palabra ‘Centinela’ para que sirva de elemento disuasorio ante posibles casos de adulteración de la bebida.
Además, indica Erro, la pulsera incluye un código QR que permite acceder a un sistema de geolocalización, a los servicios de emergencia y a un manual sobre el uso del dispositivo, entre otros contenidos.
Los inventores decidieron desarrollar este producto porque uno de ellos había sufrido un caso de ‘spiking’ y tras saber de otros casos, tomaron conciencia de la gravedad del problema.
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Se pusieron manos a la obra y viajaron por Estados Unidos, Europa, Asia y Australia, y comprobaron que ya existían algunos sistemas parecidos, pero no eran disuasorios. Entonces empezaron " a darle vueltas a la cabeza " y finalmente localizaron un laboratorio del Reino Unido con el que colaboraron para desarrollar la pulsera.
En el diseño tuvieron muy presente el objetivo de que el dispositivo fuera bien visible para los atacantes: “que se sepa que tú tienes una herramienta en la cual puedes detectar si te han echado algo en la bebida o no”.
Un gran éxito internacional
La pulsera ha tenido un gran éxito: “Se están vendiendo muchas, ha tenido una repercusión a nivel mundial. Nos ha sorprendido, porque la gente sabía que este problema estaba por ahí dando vueltas“.
Y sobre todo, les ha sorprendido los comentarios que les llegan: “se ha generado una concienciación social, el nombre ‘centinela’ ahora se está asociando con la protección y la vigilancia”.
“Ha tenido mucha repercusión a nivel internacional, porque se han puesto en contacto con nosotros de toda Latinoamérica, Norteamérica, Europa... prácticamente de todos los sitios. Estamos un poco sorprendidos”, añadió.
Erro resaltó que el objetivo siempre ha sido que la pulsera tuviera un precio asequible, “para que todo el mundo se la pudiese comprar“ porque el objetivo final ”es generar una concienciación”.