Según declaró a la prensa polaca la portavoz de la empresa minera, Aleksandra Wysocka-Siembiga, el accidente fue provocado por un temblor de tierra producido a 1.200 metros bajo tierra en una zona cercana a donde se encontraban 68 mineros.
La información publicada en la prensa local confirma que la mayoría de los mineros fueron sacados al exterior y un número no precisado fue trasladado a hospitales cercanos con heridas de distinta consideración.
Se teme por la situación de dos de los trabajadores que aún permanecen en el interior de la mina y con los que se ha perdido la comunicación.
"En este momento se está analizando el nivel de peligro, sobre todo las posibilidades de que haya nuevos desprendimientos de rocas o se produzca un incendio", declaró a la prensa Zbigniew Rawicki, director de la WUG.
Rawicki explicó que "es necesario evaluar si la operación de rescate se puede llevar a cabo de forma segura" antes de enviar equipos al lugar del accidente y añadió que todavía no se ha podido completar el recuento de trabajadores, por lo que no se han podido facilitar cifras exactas de heridos o evacuados.
En mayo tuvo lugar otro accidente en una explotación carbonífera del sur de Polonia que dejó tres muertos y 11 heridos.
El de hoy es el cuarto percance ocurrido en minas polacas en lo que va de año, con un balance de 6 víctimas mortales.
En abril del año pasado tuvo lugar la tragedia de Pniówek (sur), en la que murieron cinco trabajadores y dos rescatistas, y donde las dificultades para acceder al punto donde ocurrió el accidente, a más de 1.000 metros de profundidad, obligaron a excavar un túnel durante meses.
En Polonia, más de 90.000 personas trabajan en la minería, un sector en declive que empleaba a casi 400.000 en 1990.