En un encuentro celebrado hoy en el Gran Salón del Pueblo de la capital, los mandatarios anunciaron este nuevo marco de cooperación, que se establece en vísperas del 50º aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre ambos países.
El acuerdo busca profundizar la colaboración en diversos ámbitos y posiciona a China como un socio clave en el desarrollo socioeconómico de Bangladés.
Xi destacó la histórica cercanía entre China y Bangladés, enfatizando que ambos países han cultivado una relación de "respeto mutuo y apoyo recíproco" durante miles de años.
Un elemento central de la nueva asociación estratégica integral es el impulso a la cooperación conjunta en el marco de la iniciativa de las Nuevas Rutas de la Seda, con el que el gigante asiático busca seducir a lo que denomina Sur Global con proyectos multimillonarios de inversiones que, sin embargo, también han recibido críticas por el riesgo de endeudamiento que conllevan.
Ambos países se comprometieron a profundizar la colaboración en infraestructura, economía, comercio y el desarrollo de cadenas industriales y de suministro integradas.
Por su parte, Hasina destacó que el gigante asiático expresó su firme compromiso de continuar brindando apoyo a Bangladés en su camino hacia la liberación nacional, la reducción de la pobreza y el desarrollo.
A su vez, invitó a China a participar activamente en el plan de desarrollo integrado del sur de Bangladés, enmarcado en la "Visión 2041" del país bangladesí.
La primera ministra de Bangladés termina este miércoles la visita oficial de tres días centrada en la búsqueda de ayuda financiera para su país y de apoyo en la gestión de la crisis de los refugiados rohinyás, para pedir la ayuda de China en la repatriación de estos a Birmania (Myanmar).
Bangladés enfrenta actualmente una grave crisis del dólar, con una reserva de divisas que cayó a 26.810 millones de dólares en junio desde 46.154 millones de dólares en diciembre de 2021, según datos del Banco central de la nación asiática.
En cuanto a la crisis humanitaria, alrededor de un millón de miembros de la discriminada minoría étnica viven en campamentos de refugiados masificados en Bangladés desde 2017, cuando huyeron de una ola de violencia del Ejército en Birmania. Pese a los esfuerzos de Daca por iniciar su repatriación, esta todavía no ha comenzado por la inestabilidad en el país vecino.
China medió el año pasado en un proyecto piloto para repatriar a 1.176 rohinyás, pero fracasó por la negativa de los refugiados a regresar sin garantías de su seguridad.
China es uno de los mayores socios comerciales de Bangladés, con un comercio bilateral que alcanzó los 18.500 millones de dólares en el ejercicio económico 2022-23, según datos de la Cámara de Comercio de Daca.