Católicos de Nicaragua conmemoran 386 años de llegada de la imagen de la Sangre de Cristo

San José, 5 jul (EFE).- Decenas de nicaragüenses católicos celebraron este viernes el 386 aniversario de la llegada a Nicaragua de la imagen de la Sangre de Cristo, que es venerada en la catedral metropolitana de Managua, pero fue calcinada hace cuatro años en su capilla, y que las autoridades eclesiásticas sostienen que se trató de un "acto terrorista".

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Con una misa solemne y una serenata en la Catedral de Managua, los fieles católicos conmemoraron la presencia de la imagen, ahora calcinada, que llegó a Nicaragua el 4 de julio de 1638 procedente de Guatemala.

Anteriormente, después de la ceremonia, los feligreses realizaban una peregrinación de dos kilómetros, desde la catedral, ubicada en el centro actual de Managua, hasta la rotonda Cristo Rey, erigida en homenaje a Jesucristo, que era presidida por el cardenal nicaragüense, Leopoldo Brenes.

Las celebraciones católicas ya no salen a las calles, luego de que las autoridades policiales prohibieran toda actividad pública, incluidas las religiosas, en el marco de la crisis social y política que vive Nicaragua desde abril de 2018.

"Mi fe es la misma. Siempre vengo los primeros miércoles de cada mes a orar y a traerle flores (a la imagen). A pesar de que la hayan destruido, para mí sigue teniendo el mismo valor. ¡Qué Dios perdone a la persona que hizo eso y que la misericordia de Dios alcance a la persona que los planeó!”, expresó la feligresa Carmen Torres mientras participaba de una serenata, según el portal nicaragüense Despacho 505.

Traída desde Guatemala un 4 de julio de 1638, la imagen de la Sangre de Cristo, hecha de madera policromada y que fue enaltecida en un inicio como 'El Señor de los Milagros', fue venerada por San Juan Pablo II en 1996, cuando se arrodilló y oró a sus pies, durante su segunda visita a este país centroamericano, de mayoría católica.

La historia de la imagen de la Sangre de Cristo

La imagen de la Sangre de Cristo, una de las más veneradas de Nicaragua, y calcinada el 31 de julio de 2020 en su capilla en la Catedral de Managua en un incendio involuntario, según las autoridades, pero en un acto terrorista de acuerdo con la Iglesia Católica, tiene 386 años de haber llegado a Managua.

Según la Arquidiócesis de Managua y testigos, un desconocido, en una acción planificada, lanzó un artefacto que provocó el siniestro.

La Policía Nacional, dirigida por un consuegro del presidente, Daniel Ortega, y de la vicepresidenta, Rosario Murillo, concluyó que el incendio fue causado por una veladora, tal como lo había adelantado la primera dama minutos después del suceso.

La quema de la imagen, con 386 años de historia y que representa a Jesús crucificado, estuvo precedida de una ola de profanaciones contra templos católicos en Nicaragua, lo cual despertó sospechas en los jerarcas y con ello se abrió otro capítulo de desencuentros con el gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN).

"Recordar ese ataque ha sido muy doloroso para nosotros. Recuerdo esas imágenes en vivo como salían las llamas de la imagen y el denso humo como invadía el templo. Eso lo tuvo que hacer alguien que estaba endemoniado. A pesar de ese atentado, la imagen quedó en pies”, comentó, por su lado, el también feligrés Alberto Solís, vecino de Managua.

Con un 58,5 % de feligreses, la iglesia Católica es la más seguida en Nicaragua, según los últimos datos oficiales.

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