Guterres, que tardó varias horas en pronunciarse, tampoco usó la palabra "condena", sino que dijo "estar muy preocupado por los acontecimientos de hoy y las denuncias de un intento de golpe de Estado", en un comunicado emitido por su portavoz.
La intentona fallida de golpe, protagonizada por el comandante Juan José Zuñiga -ya detenido- ha merecido la condena unánime de los países más importantes de la región suramericana, así como Estados Unidos, la Unión Europea, España y organizaciones multilaterales americanas.
El protagonista de la asonada militar fue destituido por el presidente Luis Arce, y más tarde capturado al salir de la sede del Estado Mayor de Bolivia, poniendo así fin a varias horas de incertidumbre en las que por momentos el golpe parecía haber triunfado.