Sobre miles de finísimas láminas de aluminio que formaban una pasarela, destacaron abrigos de corte perfecto, transparencias y estampados, tres de sus clásicos, en esta colección masculina primavera-verano 2025, la obra final de Van Noten (Amberes, 1958).
En una gran nave industrial en La Courneuve, a unos 15 kilómetros de París, su desfile clausuró la jornada de este sábado, con una gran fiesta.
Su marca cumplirá cuarenta años en 2025: fue fundada en 1985 y ahora es propiedad mayoritaria del grupo español Puig, en la que el diseñador tiene una parte minoritaria.
El abrigo es la pieza que abrió y cerró el desfile, dejando en evidencia el apego del diseñador por esta prenda, además de su interés por tejidos técnicos.
Las superposiciones, una de las grandes características de su moda, volvieron a estar presentes, junto a los estampados de flores.
Uno de los pioneros en mezclar materiales y motivos en un mismo conjunto, las transparencias fueron otra de las tónicas dominantes en el desfile final del diseñador, conocido como 'el maestro flamenco de la moda', y muy interesado por los tejidos tradicionales.
Eso sí, lo que él creó a lo largo de su dilatada y coherente trayectoria podría parecer desconcertante para los no iniciados, cuando no lo es, por aportar su estilo ecléctico. El de un hombre que domina muy bien la técnica en el terreno de la construcción de prendas.
Azul marino, marrones, verdes, metalizados y por supuesto el atemporal negro no faltaron en este desfile del adiós de uno de los grandes, uno de los 'Seis de Amberes', grupo de diseñadores formado en la década de los 80 , además, por Walter Van Beirendonck, Marina Yee, Dirk Bikkembergs, Dirk Van Saene y Ann Demeulemeester.
Eran creadores que, junto a los japoneses, aportaron algo diferente a la moda europea.
Un desfile, el de este sábado por la noche, en el que hombres y mujeres de diferentes edades mostraron las propuestas, con una gabardina transparente rosa como una de las piezas más especiales.
En sus inicios, Van Noten comenzó haciendo moda masculina, y dos años después añadía la femenina. Ambas han convivido a lo largo de estas casi cuatro décadas en las que se desarrolló su carrera.
En lugar de por un desfile retrospectivo, como hiciera Yves Saint Laurent en el Pompidou en 2002, la de Van Noten fue una colección nueva.
En esta despedida, no faltaron entre los invitados colegas como Diane Von Furstenberg; Harry Reed, de Nina Ricci; Véronique Nichanian, de la línea masculina de Hermès; Ann Demeulemeester y Walter Van Beirendonck, entre otros.
El propio Van Noten recibió una ovación especial, con el público puesto en pie, al salir a saludar tras el desfile. Algunos hasta lloraban de emoción.
Tras el desfile comenzó una gran fiesta. Un evento que, sin duda, será recordado en la historia reciente de la moda.