Entre los presentes se encuentra el exministro de Defensa israelí Moshe Yaalon, quien al igual que gran parte del aparato de seguridad, culpó a Benjamin Netanyahu del “fracaso de seguridad más grave en la historia del país”, en referencia a la falta de previsión ante el mortífero ataque de Hamás contra territorio de Israel del pasado 7 de octubre, en el que murieron unas 1.200 personas y otras 200 fueron secuestradas y que supuso el detonante de la actual guerra en Gaza.
Además, según recoge la prensa local, Yaalon acusó a Netanyahu de estar anteponiendo su “supervivencia personal“ antes que la liberación de los rehenes y de favorecer “la perspectiva mesiánica” de los ministros más radicales del Gobierno, los colonos ultraderechistas y antiárabes Itamar Ben Gvir y Bezalel Smotrich.
“Somos mayoría y por eso ellos -el Gobierno- se preocupan por las elecciones. ¡Estamos exigiendo elecciones ahora!”, añadió Yaalon.
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Anoche, según los organizadores se congregaron más de 100.000 personas en los alrededores del Parlamento israelí, y el día anterior, una protesta frente a la residencia de Netanyahu -también en Jerusalén- terminó con enfrentamientos con policías de paisano, tres personas heridas y al menos ocho arrestados.
Entre ellos, una médico voluntario sufrió una lesión en el ojo causada por un cañón de agua de la Policía, que según medios locales, también arrojó a un manifestante anciano contra una pared.