“Todavía no tenemos alertas rojas (para la detención) sobre esas personas. Es difícil pedir extradición si no hay una causa judicial o si no tienen una alerta de algún tipo que permita que se puedan enviar a esas personas”, dijo la ministra de Seguridad argentina, Patricia Bullrich.
En declaraciones radiales, Bullrich aseguró no contar con un “listado” ni tener confirmación si alguno de los procesados ingresó a Argentina.
“Tienen que haber pedidos oficiales y pasar por Interpol (policía internacional). En este momento, por lo menos al Ministerio de Seguridad no ha llegado de requerimiento de personas, ni de nombres ni de listas. Por ahora esto se mantiene como en una propaganda, pero no en un hecho jurídico válido”, dijo Bullrich a radio Mitre.
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La Policía Federal brasileña anunció el pasado viernes que solicitará la extradición a Argentina, en coordinación con los Ministerios de Justicia y Exteriores, tras ser analizada por el Tribunal Supremo.
Argentina supuesto refugio de los golpistas
La representación de la Policía brasileña en Buenos Aires está intentando recabar los nombres de los fugitivos y los incluirá en la red Anfast para la búsqueda activa de fugitivos de Ameripol, mecanismo americano de cooperación policial.
Los brasileños que supuestamente escaparon a Argentina forman parte de un grupo de 208 procesados y, en algunos casos, condenados ya, por los ataques violentos contra las sedes de la Presidencia de Brasil, el Parlamento y el Tribunal Supremo perpetrados por miles de seguidores del expresidente ultraderechista Jair Bolsonaro (2019-2022), en un intento de forzar un golpe de Estado contra Luiz Inácio Lula da Silva.
De ese total, medio centenar fue detenido en los últimos días en Brasil.
Uno de los abogados de los brasileños buscados por la Justicia consultado por EFE afirmó que algunos de ellos han solicitado a la Comisión Nacional para los Refugiados (CONARE) de Argentina ser reconocidos como refugiados por razones políticas.
Argentina se opondría a otorgar el estatus de refugiados
Fuentes oficiales consultadas por EFE afirmaron que de momento el Gobierno argentino no ha recibo comunicación alguna de la CONARE y señalaron que, en caso de que hubiera una condena en firme contra estas personas -que no la hay-, el Ejecutivo de Javier Milei se opondría a otorgarles el estatus de refugiadas.
El pasado 1 de junio, el diputado brasileño Eduardo Bolsonaro, hijo de Jair Bolsonaro, participó en un evento en el Parlamento argentino organizado por una diputada de la formación gobernante La Libertad Avanza, donde se abogó por esos ciudadanos “perseguidos”.
“No son delincuentes. Esta situación ha llevado a varios acusados a solicitar asilo político en Argentina, lo que debe generar un incidente diplomático entre Brasil y Argentina pronto. Causa indignación saber que ya estamos llegando a casi 200 brasileños pidiendo asilo a nuestros hermanos argentinos”, afirmó en ese encuentro el diputado brasileño Marcel Van Hattem.
Milei, quien tiene una estrecha relación con Jair Bolsonaro, mantiene un vínculo distante con Lula da Silva, con quien se cruzará en la cumbre del G7, que se celebrará en Italia del 13 al de 15 junio, y en la cumbre del Mercosur, que se haría el 8 de julio en Paraguay.